Aborto libre: el golpe más duro al patriarcado

Silvia Augsburger, ex diputada nacional que presentó con su firma el primer proyecto de IVE de la Campaña, reflexiona sobre cómo llegamos a tener IVE en Argentina y cuáles son los desafíos a futuro de uno de los movimientos feministas más potentes del mundo.

Aborto libre: el golpe más duro al patriarcado

18/01/2021

Por Silvia Augsburger, integrante de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito

Es Ley. Argentina tiene aborto legal. La mayoría de las democracias europeas legalizaron el aborto allá por los años 60 y 70. La ola de ampliación de derechos sexuales europea chocó en nuestro país y en toda América Latina con las dictaduras, que impidieron que ese derecho se extendiera por nuestra región y que obligaron, como a tantos otros militantes políticos, a muchas activistas a exiliarse. Con la recuperación democrática, las exiliadas regresaron feministas, conformando las primeras organizaciones que lucharon por este derecho, autónomas y alejadas de las organizaciones políticas en cuyas agendas las reivindicaciones del feminismo estaban ausentes. En reconocimiento a la lucha fundante de aquellas pioneras y solitarias mujeres, es que desde la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto nombramos a ésta ley, la Ley Dora. Dora Coledesky fue el símbolo de esa lucha iniciática, cuando el aborto era mala palabra y salvo excepcionalísimas militantes políticas como Florentina Gómez Miranda, reivindicaban este derecho públicamente.

“Dios nos cría y la Campaña nos junta”. Con los años, las organizaciones feministas crecieron en número y se fueron consolidando. Los ENM de cada año nos permitieron encontrarnos y juntarnos a las militantes políticas y a las feministas autónomas de distintas ciudades, compartir agendas e ir poco a poco instalando el derecho al aborto como la deuda más importante de la democracia con las mujeres argentinas. En el año 2005, la Campaña nos reunió a todas, iniciando un camino de constante y sostenido crecimiento que ya no tendría retroceso y cuyo hito fundador fue la Marcha Federal del 25 de noviembre de 2005, donde le entregamos al Congreso de la Nación las miles de firmas por el aborto legal que desde el 28 de mayo de ese año, juntamos en cientos de mesas callejeras por todo el país.

Nunca puede explicarse en un solo hecho la razón por la cual se conquista un derecho. Pero si tenemos que mencionar sólo uno de los múltiples factores que se conjugaron para que hoy el aborto sea legal en Argentina es sin lugar a dudas, la construcción de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto: su organización federal, diversa, plural, multipartidaria y multidisciplinar; su forma de identificación a través del pañuelo verde, que permitió la incorporación de las generaciones más jóvenes sumadas luego del primer NIUNAMENOS de junio de 2015 y finalmente la forma singular en la que se tomaron todas y cada una de las resoluciones durante los 15 años de lucha por la legalización del aborto: decisiones horizontales, democráticas, participativas y asamblearias.

Hoy es el día D. La pregunta más recurrente que se nos hace a cada una de las militantes de la Campaña, ahora, en el día después de promulgación de la ley, es si ya finalmente, después de llevarlo en nuestros bolsos y mochilas durante quince años, guardaremos nuestro pañuelo verde en un cajón. La respuesta es NO. No solo porque ahora lo llevamos orgullosas y felices como medalla de coronación de nuestro gigante triunfo, sino porque sabemos que la lucha sigue. Sigue para que la triple consigna que nos acompañó durante estos 15 años, se haga efectiva en cada rincón de nuestro país: “educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar y aborto legal para no morir”.

Sigue porque algún día, como esa madrugada del 30 de diciembre del 2020 cuando no nos alcanzaron los brazos para abrazarnos, ni los gritos ni los llantos para expresar la alegría colectiva que nos embargaba sabedoras de que ya era ley, tenemos la convicción de que con nuestra lucha #SeVaCaer. Con la 27610 le asestamos al patriarcado el golpe más duro que debe haber recibido en su historia secular, porque ahora las mujeres y las personas con capacidad de gestar tenemos derecho a decidir NO SER MADRES. Pero hay otros sólidos pilares que sostienen el sistema de opresión de las mujeres y de las identidades sexuales no hegemónicas: la división sexual del trabajo y el binarismo sexo genérico. Por ellos vamos ahora, empujadas por la fuerza del vendaval que nos da haber conquistado la ley.

“Arden fogatas de emancipación femenina, venciendo rancios prejuicios y dejando de implorar sus derechos”. Hoy es el día después. Los feminismos en Argentina y en el mundo entero han demostrado ser la fuerza transformadora más fuerte de este siglo. En particular, la fuerza feminista reunida en la Campaña ha demostrado una forma de construir y perseverar en el tiempo tan valiosa que vale la pena imitar para avanzar en otras causas tan justas y tan resistidas como el derecho al aborto. Queremos que nuestro fuego feminista siga ardiendo. Tenemos más fuerza y más ganas que nunca. Queremos como ya está ocurriendo en Chile, que esa fuerza se expanda y crezca por toda la región, para que, como dice la canción, América Latina, y el mundo entero sea todo feminista.

*Silvia Augsburger es integrante de la Campaña Nacional Por el Derecho al Aborto. Fue diputada nacional entre 2007 y 2011 y en 2008 presentó con su firma el proyecto de IVE de la Campaña al Congreso Nacional. Integró la última comisión redactora de la ley presentada en 2019. También fue co-autora de la Ley de Matrimonio Igualitario junto con Vilma Ibarra.