Facundo ballesteros

Primero fueron disparos contra un local de La Cámpora en Mar del Plata. Después, un ataque que terminó con dos mujeres heridas de bala en la inauguración de una sede de Nuevo Encuentro en Villa Crespo. El sábado a las 5 de la mañana la policía allanó la casa de un concejal del FPV, en San Andrés de Giles, por hacer pintadas: buscaban pinceles, pasacalles y celulares.

Los militantes de La Cámpora denunciaron que el propio ministro de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo, dio las órdenes del operativo: “Todo indicaría que hay un objetivo político detrás de la ejecución del proceso judicial. Esta hipótesis fue corroborada por los oficiales que llevaron adelante el allanamiento que, sin aportar detalles de la causa, destacaron que el propio ministro Ritondo fue quien impartió las órdenes al comisario”, escribieron en un comunicado.

La policía llegó a la casa de Facundo Ballesteros a las 5 de la mañana del sábado 5 de marzo y se encontró con la mamá del concejal de San Andrés de Giles. “Enseguida me llamó llorando, diciéndome que había muchos policías dentro de la casa. Después de un rato cayó mi viejo y ahí le contaron más o menos por qué era y que tenían orden de llevarse los teléfonos celulares”, contó Ballesteros a Página 12. Los agentes iban en busca de pintura, pinceles, precintos, pasacalles, teléfonos celulares y GPS. La requisa duró dos horas y secuestraron ropa vieja manchada y el celular del papá.

Según un artículo de Horacio Verbitsky publicado en Página 12, el delito investigado era una serie de pintadas que decían: “Monzó extorsionador”, “Monzó ladrón”, “Monzó puto”, “Monzó gato” o “Monzó loro”.

La orden de allanamiento la firmó la jueza Diana Liz Grassi de acuerdo a una denuncia presentada el lunes en un juzgado de Trenque Lauquen por daños a la propiedad. La hizo el suegro de Gustavo Ferrara, integrante de la lista de Cambiemos al Parlasur, y actual chofer del presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, según informaron desde la agrupación La Cámpora.

Ballesteros accedió al expediente y se encontró con que un policía de Carlos Tejedor, a más de 300 kilómetros, había sacado fotos de su auto antes del allanamiento. “Supongo que las pintadas molestaron mucho a Monzó. Se debe haber enojado con la policía local y en el apuro hicieron todo este desastre. En los pueblos chicos generalmente tienen a este tipo de personajes que creen que son los dueños del pueblo”, dijo a Página 12.

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En Mar del Plata el avance de la ultraderecha viene creciendo. La semana pasada, el Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel contó que entraron a robar a su casa del barrio San Eduardo del Mar. Vinculó el episodio con el accionar de los neonazis que actúan en la ciudad. “Estos grupos neonazis deben ser controlados y sancionados porque son violentos, provocan una situación de inseguridad muy grande. Habrá que ver quiénes los apañan”, dijo a la Radio LU9. Después agregó que estos grupos “vuelven a resurgir con mucha fuerza en muchos lugares”.

El sábado anterior, la Unidad Básica Néstor Kirchner de La Cámpora, en Mar del Plata, amaneció con cuatro agujeros de bala en la fachada. Los vecinos contaron que los disparos se escucharon a la una de mañana: los perdigones del arma calibre 32 quedaron incrustados en las paredes, los vidrios se rompieron. La diputada nacional del FPV-PJ Fernanda Raverta y la concejal Marina Santoro hicieron la denuncia en la comisaría 1°.

Según Raverta, la balacera “no es casualidad” porque Mar del Plata “vive un momento particular”. “Esta semana hubo detenciones de un grupo de neonazis que vienen hostigando a personas vinculadas a la lucha por la diversidad, se está realizando el juicio a los responsables de la Concentración Nacional Universitaria (CNU) y todo se da a muy poquitos días para que se cumplan 40 años de la última dictadura cívica militar”, dijo en un comunicado publicado por La Cámpora.

Antes, y con mayor énfasis desde fines de 2015, aumentaron los ataques neonazis a organizaciones de diversidad sexual, a inmigrantes, a un monumento a la memoria y a las participantes del Encuentro Nacional de Mujeres (que viajaron a la ciudad en octubre). La semana pasada la justicia pidió elevar a juicio una causa contra el líder más visible de la ciudad, Carlos Pampillón, y la policía arrestó a militantes neonazis.