AlbarracínEl fiscal pidió adelantar la declaración de Jaime Stiuso, ante la posibilidad de que se fuera del país. En la próxima audiencia declaran familiares de la asociación Memoria Activa.

En 1996, dos años después del atentado a la AMIA, diez policías bonaerenses fueron detenidos por considerarlos partícipes de la conexión local del ataque terrorista. Dos de ellos, Juan Maisú y Marcelo Albarracín, declararon esta mañana como testigos en el juicio por el encubrimiento del atentado. En la audiencia número 24 denunciaron a los funcionarios que estaban a cargo de la investigación, hoy en el banquillo de los acusados.  

Juan Maisú, el primero en declarar frente al Tribunal Oral Federal 2, comenzó contando cómo los enviados del entonces juez de la causa AMIA, Juan José Galeano, lo presionaron más de una vez para que declarara en contra del ex comisario Juan José Ribelli. A Ribelli se lo señalaba en ese momento como el mayor responsable local del atentado.

“Maisú, declará. No seas tonto. No te compliques la vida”, le dijo Luis Vicat, el comisario que invocaba estar designado por Galeano para investigar la causa. “¿Usted trabajó con Ribelli? Declare que Telleldín y Ribelli negociaron la entrega de la Trafic y eso va a aliviar su situación”, le exigiò María Susana Spina, secretaria del juzgado de Galeano. “¿No vas a declarar en contra de Ribelli?”, le preguntó Federico Domínguez cuando se lo cruzaba en el Ministerio de Seguridad de la provincia de Buenos Aires. Los diálogos los recordó ante los jueces.

Causas conexas

La participación de María Susana Spina en el encubrimiento es investigada, junto al resto de los secretarios del juzgado federal 9, por el actual juez de la causa AMIA, Ariel Lijo. En esta misma línea, Vicat y Domínguez -actual presidente de la Cámara de Casación Penal de la provincia de Buenos Aires- junto a otros funcionarios y abogados, están imputados por coaccionar a varios ex policías para que declaren contra Ribelli. En estos días la Cámara Federal de Apelaciones deberá resolver sobre los pedidos de apelación de esos acusados.

Maisú 1

Los aprietes

Más tarde, ante las preguntas de las querellas y defensas, Maisú habló de su decisión de ser querellante en este juicio. Explicó las consecuencias de negarse a acceder a declarar falsamente contra Ribelli, tal como le pedían desde el juzgado. “Después de negarme a declarar, nos seguían instigando, nos inventaban delitos, nos apretaban”, contó. Y agregó que en 1997 lo echaron de la división Sustracción de Automotores donde trabajaba, y un año después le dictaron la prescindibilidad de la policía.

“Vicat y Vitelli eran los que armaban esas listas. Fueron ellos”, contó en la audiencia. A su vez, denunció que durante meses él y su familia fueron seguidos y fotografiados. En palabras del testigo: “Hicieron un trabajo de ablande por orden de Galeano. Me volvieron loco hasta dejarme prescindible, y enfermaron a mi familia. Les sacaban fotos a mis hijos saliendo de la escuela y a mis padres”.

Según contó el testigo, las presiones continuaron incluso mientras estuvo privado de su libertad, entre 2001 y 2003. “Perdí mi dignidad, mi libertad, mi familia, mi salud. El daño es irreparable -dijo-. Éramos los terroristas de la AMIA. Al día de hoy seguimos con ese circo que armaron. Pero cuento todo ahora porque hoy quiero terminar con este calvario”.

“Con usted nos equivocamos”

Después del cuarto intermedio, declaró Marcelo Albarracín. Al momento del atentado, el ex policía trabajaba con Ribelli en la Brigada de Investigaciones de Lanús. Estuvo seis años y tres meses detenido en el marco de la causa AMIA. Lo habían vinculado con la conexión local por participar de la detención a Carlos Telleldín, en marzo de 1994. Tras el atentado, Telleldín fue señalado como el último poseedor del motor de la Trafic encontrado entre los escombros de la mutual judía.

“Estar acá no me pone nada bien. Recordar haber estado en los sótanos detenido, es vivir el momento otra vez. Es duro y ha pasado mucho tiempo”, dijo al comenzar su relato. Siguió con el momento de su detención y los efectos que eso tuvo en su vida. Cumplidos tres años preso, según recordó, fue citado por el juez Galeano.

“Albarracín, con usted nos equivocamos”, contó el testigo que le dijo el exjuez. Así recuperó su libertad, pero sólo por 55 días. “Los fiscales habían apelado la excarcelación y volví a estar preso tres años más. No pude ni mirar a mi familia en ese momento”, dijo. Sobre el final de su presentación agregó, refiriéndose a los acusados: “Nos arruinaron la vida”.

Dra Corbacho

Piden adelantar la citación de Stiuso

En la audiencia pasada, Juan Manuel Ubeira, abogado de la querella que nuclea a policías bonaerenses, había pedido a los jueces Jorge Gorini, Néstor Costabel y Karina Perilli que adelantaran la citación de Jaime Stiuso, ante la posibilidad de que se fuera nuevamente del país. Esto fue reiterado en la audiencia de hoy. Y además se sumó el pedido de algunas defensas para que la Unidad Fiscal de Investigación AMIA (UFI) dé a conocer el escrito que supuestamente entregó el ex SIDE ayer, cuando se presentó a declarar por el atentado.

Próxima audiencia: Memoria Activa

El Tribunal anunció el nuevo cronograma de testigos según el cual, la próxima audiencia, se espera que declaren Adriana Reisfeld y Diana Wassner, familiares de la asociación Memoria Activa.

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En este juicio por encubrimiento, el Tribunal Oral Federal 2 busca determinar cómo y a través de qué medios el entonces juez de la causa AMIA, Juan José Galeano, desvió la investigación del atentado, bajo la instrucción presidencial y la colaboración y complicidad de diversos funcionarios.

Además de Galeano, están acusados el ex presidente Carlos Menem; el ex secretario de Inteligencia, Hugo Anzorreguy; su segundo, Juan Carlos Anchezar y el ex agente de inteligencia, Patricio Finnen; el ex titular de la DAIA, Rubén Beraja; los ex fiscales Eamon Mullen y José Carlos Barbaccia y los policías Carlos Castañeda y Jorge Palacios. También están imputados Carlos Telleldín, último tenedor conocido de la Trafic que habría explotado en la AMIA, junto a su ex esposa Ana Boragni y su abogado Víctor Stinfale, por haber aceptado el cobro de 400.000 dólares de fondos reservados de la SIDE para cambiar su declaración por una falsa que inculpara a los policías de la Bonaerenses.

Ilustraciones: Dibujos Urgentes en el Juicio de encubrimiento del Atentado a la Amia, Tribunales Federales de Retiro, 2016.