Aprendamos a cuidarnos entre todes

En época de cuarentena, el personal de Salud Pública quedó excluido de las medidas de cuidado: se suspendieron las licencias y vacaciones. ¿Cómo cuidamos a quienes cuidan nuestra salud? Miriam Maidana, psicóloga y trabajadora del sistema sanitario, nos da consejos.

Aprendamos a cuidarnos entre todes

Por Miriam Maidana
18/03/2020

Hace 15 días nos informaron que tenemos cortadas las licencias y vacaciones. Todo el personal de Salud Pública está excluido de las medidas de cuidado para la población en general. 

Las reuniones hospitalarias están difíciles: hay sobreinformación en redes y whatsapp, miedos – no estudiamos para ser heroínas ni héroes, sino para la salud en su integralidad-, dificultades concretas -¿qué hacen les compañeres con les niñes en casa sin clases? ¿las embarazadas? ¿les que tienen enfermedades previas?-, problemas psíquicos -sobre todo por ataques de pánico-.

Además, una de las personas contagiadas -en Chaco- trabaja en Salud y estuvo en contacto con uno de los casos que dieron positivo.

Así, tras una de las reuniones y habiendo escuchado a mis compañeres del hospi perdido en el conurbano bonaerense, ordené algunas pautas que fuí invitada a compartir.

1- Con las guardias saturadas por completo, con la necesidad de dedicar salas de aislamiento por posibles casos positivos, por favor: si tienen turnos para cuestiones que pueden hacerse más adelante -el chequeo de salud anual, un laboratorio no urgente, órdenes médicas que se pueden tramitar vía telefónica e imprimir en domicilio, etcétera- háganlo cuando pase esta situación.

2- Entiendan que somos muchos les profesionales que compramos de nuestro bolsillo alcohol en gel, Off (el dengue avanza), barbijos, guantes descartables. Nuestros sueldos en general son bajísimos, a veces no se puede suplir la falta… ¡Se comparte lo que se puede!

3- Mantener distancia, no dar besos ni abrazos -yo doy “coditos”- no invalida tener una mirada y sostener una escucha atenta. Podemos escuchar la angustia. Insisto prioritariamente con los ataques de pánico que se dispararon con personas encerradas, sin vida social, y sometidas a estadísticas permanentes de muerte, pero también son enormes las situaciones de hipocondría para afecciones que tienen prácticamente la misma sintomatología: fiebre, tos seca, dificultad para respirar. Llamen si tienen dudas al 107 en CABA, 148 en Provincia de Buenos Aires, y cada provincia tiene su propio número. Hay personal preparado para evacuar dudas. Y los espacios de Salud Mental están con sus servicios funcionando para hacer un espacio donde poder hablar de estas situaciones extraordinarias.

4- Es fundamental sostener el buen trato y tener predisposición para la espera. Todes estamos bombardeades y asustades en mayor o menor medida. Pero tenemos lineamientos claros y entendemos que es fundamental apelar al lazo, la contención y evitar la paranoia social que vivimos el fin de semana (las escenas de personas arrasando insumos y alimentos que van a pudrirse antes de poder ser utilizados, en muchos casos).

5-Como personal de salud debemos autocuidarnos y cuidarnos colectivamente: piensen en las personas que atienden consultas horas y horas de personas aterradas. Tomarse un café un ratito, improvisar un grupo donde charlar ante casos graves, buscar entre todes soluciones – ¿qué hacer con les niñes sin clases? ¿cómo viajar al trabajo?-, no reenviar y sobresaturar de materiales que no aportan nada pero queman la cabeza.

Por último, pedir a las personas que regresan al país luego de estar en países con exposición al virus acaten la cuarentena. No es “control social”: es salud. Si hay niñes de 4 años al “cuidado” de hermanes apenas más grandes solos en sus casas porque les adultes concurrimos a trabajar y no hay con quién dejarlos ni clases. Pues bien: cualquiera puede sobrevivir a 14 días en su casa. Seamos creatives, gente. 

Y hoy más que nunca ¡Salud!

Miriam Maidana