Cosecha Roja.-

El 27 de octubre de 2002, María Marta García Belsunce fue asesinada en el country Carmel de Pilar de 5 disparos en la cabeza. A su esposo, Carlos Carrascosa, le dieron una pena a perpetua. Otras cinco personas fueron condenadas por encubrimiento. A diez años del crimen con mayor repercusión mediática de la historia aún no se sabe quiénes ni por qué mataron a María Marta.

Carlos Carrascosa pasa sus días en la cárcel de Campana. Está detenido desde junio de 2009. De todos los condenados es el único que cumple prisión efectiva. El mes pasado, la Suprema Corte de Justicia bonaerense rechazó –por una cuestión formal- los recursos extraordinarios presentados por él y por su defensa contra la sentencia del Tribunal de Casación. En junio de 2009, después de haber sido absuelto por homicidio y condenado por encubrimiento, recibió una pena a cadena perpetua como coautor del asesinato de María Marta. A diez años de la muerte de su esposa sigue clamando por su inocencia y pide que se siga investigando.

A sus 64 años, a Carlos Carrascosa le quedan pocas jugadas que lo puedan sacar de la cárcel. La defensa apeló ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación para intentar que la justicia revea su fallo. La estrategia es demostrar que la Corte provincial no puede rechazar un planteo por cuestiones formales. Otra batalla se disputa en la misma sala –con distintos jueces- que lo condenó a perpetua, que deberá resolver las apelaciones por las condenas por encubrimiento. La última esperanza está depositada en una tercera causa en la que se busca a los coautores del homicidio. Esta investigación está prácticamente congelada y no tiene ningún sospechoso. Cuando se cumplan 12 años, el 28 de octubre de 2014, la causa prescribirá y ya nadie más podrá ser acusado.

En la cárcel, Carrascosa pasa largas horas frente a la TV, trabaja en el taller de encuadernación y está escribiendo un libro sobre su vida. También mantiene un blog, en el que sigue preguntándose quién asesinó a su mujer.  “Tengo una larga lista de gente a quien ahorcaría”, dijo en una entrevista radial, “el primero es el que mató a María Marta. Hay también culpables en el ámbito de quienes rigen las leyes, ellos también son merecedores de un castigo. El fiscal desde ya”.

María Marta recibió cinco tiros en la cabeza y un sexto le rozó el cráneo. En el pozo ciego de la casa encontraron  una de las balas. Según declaró el cuñado de María Marta, Juan Hurtig, vio un “elemento extraño” –el famoso “pituto”- que envolvió en papel higiénico y lo tiró al inodoro. Durante la autopsia, realizada un mes después de la muerte, hallaron en el cráneo cinco proyectiles calibre 32. El arma nunca apareció.

En 2007, Carrascosa fue absuelto como autor del homicidio de su esposa y condenado por encubrimiento. Dos años después, la Cámara de Casación Penal lo condenó como coautor. En un segundo juicio cinco personas, varias de ellas del entorno familiar de la víctima, fueron condenadas por encubrimiento. Una tercera causa se abrió para encontrar a las otras dos personas que, según la justicia, asesinaron a María Marta.

La teoría de Carrascosa es que su mujer fue asesinada en intento de robo.  Según esta versión, María Marta reconoció al ladrón y este la asesinó. La cámara que lo condenó a cadena perpetua desechó esta versión como hizo con todas las coartadas de Carrascosa.

A diez años del caso más mediatizado de la historia argentina del crimen, varios interrogantes aún siguen abiertos. ¿Quién disparó a María Marta? ¿Qué pasó con el arma? ¿Cuál fue el móvil del crimen? Por el momento hay un detenido y una única certeza: en dos años prescribirá la causa. Desde ese día, nadie más podrá ser acusado.