Cosecha Roja.-

Argentina dio un paso adelante en el debate que busca terminar con la criminalización de los consumidores de drogas. El debate se revitalizó con dos proyectos que intentan modificar la ley. Los diputados Diana Conti, Victoria Donda y Ricardo Gil Saavedra, se reunieron con las asociaciones canábicas para redactar el otro borrador que se une al consenso para despenalizar el consumo. Hoy, la Revista THC distribuyó un tabloide con una entrevista a los tres legisladores, en una edición que consideró histórica, porque reúne a las tres principales fuerzas políticas del país con la misma propuesta.

“Es ridículo que se gasten recursos económicos y humanos y se viole así la libertad de las personas. Hay que generar un marco que les diga a los jueces y a las fuerzas de seguridad que salvo que la tenencia sea para comercio, no hay delito”, dijo Diana Conti, diputada por el Frente para la Victoria, a la revista THC.

En el borrador del proyecto, los tres diputados contemplan que no se castigará el consumo en la vía pública mientras no afecte la salud de terceros, salvo que se “incite o induzca” a un menor de edad a consumir. En ese caso, la pena sería de uno a tres años. Cuando la tenencia de drogas, sugiera que no es para uso personal, las penas serán de uno a seis años.

En América Latina, la llamada “guerra contra las drogas” viene siendo cuestionada desde todos los sectores, incluyendo presidentes y ex presidentes. El fracaso de esta lucha se refleja en el aumento del consumo, el encarcelamiento masivo, la expansión del VIH/SIDA y las consecuencias negativas para el desarrollo.

México es uno de los países que ha padecido esa guerra frontal contra el narcotráfico. En ese país, el ejército está consumido por la corrupción -varios generales fueron acusados de trabajar para el narco– y desde el 2006 se contabilizan más de 50 mil muertos.

La Comisión Global de Políticas de Drogas, encabezada por el ex presidente Fernando Henrique Cardoso, sostiene que la prohibición no es la respuesta a un problema que está ligado a cuestiones sociales. Distintas instituciones, e incluso varios presidentes en ejercicio coinciden en que la primera medida que se debe tomar es la despenalización del consumo. Si bien Argentina, Brasil, Colombia, Ecuador, México y Uruguay ya han dado pasos en esa dirección, la diferenciación legal entre consumo y tráfico no es clara y siguen los riesgos de corrupción y de discriminación hacia los más pobres.

En medio de esta discusión, en Argentina la Asociación Civil Intercambios lanzó en Argentina una campaña que busca neutralizar el fracaso rotundo de la prohibición. Además de despenalizar la tenencia de drogas para consumo personal, los integrantes de esta organización proponen atenuar la escala penal para el cultivo doméstico y crear un programa nacional de atención integral para usuarios de drogas.

En Portugal implementaron esta propuesta en el 2001. Los resultados de la estrategia fueron contundentes y exitosos. Los gobernantes removieron el estigma de la criminalización y aprobaron una ley que despenalizaba la posesión y el consumo drogas Ocho años después, un estudio del CATO Institute, demostró que entre 1999 y 2008 el número de adictos en clínicas de rehabilitación había aumentado de seis mil a 24 mil.

Experiencias como la de Portugal, el cambio de clima internacional, la movilización de usuarios de cannabis y la conquista de otros derechos civiles, animaron a las principales fuerzas políticas de Argentina a dar el primer paso hacia la nueva era. A principios de junio se reunirán las comisiones donde se debaten los proyectos y, se cree, habrá un acuerdo para un proyecto consensuado que permita modificar la ley de drogas y romper con el fracaso de la prohibición.