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Anita Aliberti – Cosecha Roja.-

Cuando se presentaron como Varones que luchan por el aborto legal, seguro y gratuito, el feminismo los miró con desconfianza. Era 2009 y salieron a la calle vestidos con pollera. Seis años después el Colectivo de Varones Antipatriarcales de La Plata se reunió un mes después del #NiUnaMenos, la marcha que abrió –entre otros- el debate sobre el rol masculino en la lucha por los derechos de las mujeres. “Cada día somos más los varones que nos cuestionamos los privilegios de género”, dijo Cristian Prieto, miembro del grupo fundador de la organización.

En aquella primera batalla pedían justicia para Sandra Ayala Gamboa, una chica peruana violada y asesinada en un edificio público de la capital bonaerense. Los medios le dieron mayor protagonismo a las polleras. “Las organizaciones feministas nos querían matar, pero las diferencias desaparecieron al calor de la lucha”, dijo Cristian en el debate que armaron para celebrar los seis años.

El Colectivo piensa que para no convertirse en un “grupo de autoayuda de varones” hay que politizar la discusión. “No nos podemos quedar en la queja de lo mal que nos hace el machismo en el que vivimos”, explicó Prieto. Por eso articulan su lucha con los movimientos de mujeres y la disidencia sexual. En 2012 organizaron el primer Encuentro Nacional de Varones y no convocaron sólo a los ocho colectivos del país sino a todos los que militan por cuestiones de género en distintas agrupaciones políticas. “Desde lo colectivo podemos cambiar muchas reglas de juego”, contó uno de los fundadores.

Cinco veces por año se juntan para debatir la masculinidad e incluso la legalización del aborto. El primer ejercicio de cada taller consiste en ponerse en parejas y cerrar los ojos. Tienen que reconocer al otro utilizando sólo el tacto en la cabeza, el torso, la panza. El límite lo pone cada persona. Cuando uno de ellos queda demasiado lejos para tocar al otro, lanza manotazos torpes al aire en un intento por alcanzar la cara de su compañero. “Se relajan cuando se dan cuenta de que no están en la calle”, contó a Cosecha Roja Prieto.

Para el Patriarcado el cuerpo representa una posesión. Para el Colectivo de Varones Antipatriarcales es una herramienta. “Como el lenguaje es privilegio de varones, los cuestionamientos tienen que pasar sí o sí por el cuerpo”, contó Cristian.

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Para celebrar el aniversario del Colectivo, los Varones organizaron #NiUnDebateMenos e invitaron a Mabel Bellucci -activista feminista y queer-, Claudia Laudano, profesora de la Universidad Nacional de La Plata e investigadora en Comunicación, Tics y Género. Conversaron sobre la importancia de la marcha del 3 de junio.

“Sin Facebook, la convocatoria al #NiUnaMenos no hubiese existido”, dijo Laudano. La académica realizó una investigación sobre la convocatoria a la marcha y descubrió que existen 102 cuentas en la red social sobre la marcha sumadas a las que se abrieron el día siguiente como un espacio de archivo para subir fotos de las distintas convocatorias del paìs.

Para la investigadora el #NiUnaMenos fue “una victoria” porque en muchas ciudades del interior las mujeres víctimas de violencia se animaron a visibilizar su situación como modo de denuncia social. “Esto no murió el 4 de junio. Estuvimos en la cresta de la ola y todavía está bajando la espuma”, dijo.

La marcha del 3 de junio fue un punto de inflexión. Los llamados a la línea 144 crecieron en un mil por ciento. La Corte Suprema de Justicia convocó a las autoridades judiciales a colaborar en la confección del Registro de Femicidios de la Justicia argentina. El Gobierno Nacional, a través de la Secretaría de Derechos Humanos, oficializó la Unidad de Registro de Femicidios. En Mendoza se instrumentó el patrocinio jurídico gratuito para las víctimas. En Chaco se anunció la creación de un Registro Único. La Universidad de Buenos Aires aprobó la creación de un protocolo contra la violencia de género. La Procuradora General de la Nación, Alejandra Gils Carbó, creó la Unidad Fiscal Especializada en Violencia contra las Mujeres.

La tarde del #NiUnaMenos los varones marcharon en Plaza Moreno y en otros lugares del país. Jorge fue con su bebé en brazos pero se volvió temprano porque no tenía abrigo para el hijo. Carlos tiene 50 años, una hija de 13 y está preocupado porque “la violencia de género en los medios es un tema del que se habla poco”. A Juan le sorprende cómo las mujeres se bancan el acoso callejero. Son algunos de los varones preocupados por la violencia machista que sólo en 2014 mató a 277 mujeres. Son varones que salieron a la calle a decir basta.

Fotos: Fabián Aguilar