En unas horas se cumplirá una semana de la desaparición de Anahí Benítez, la adolescente de 16 años. Su profesor Roberto Pazos, de la Escuela Normal Antonio Mentruyt, ENAM, de Lomas de Zamora, le escribió una carta y la publicó en Facebook.

Anahí:

Necesito creer que te fuiste por propia voluntad, que te enojaste, te hartaste, que algo te empujó a tomar esa drástica decisión.

Necesito pensar que no sos víctima de un delito, que simplemente decidiste irte. Porque eso haría más fácil tu regreso, eso haría que las clases en tu quinto volvieran a ser lo que eran, eso permitiría que vuelva a ingresar a un salón lleno de adolescentes poniéndose de acuerdo para ganarle el viaje a Pazos. Me gustaría saber a qué circuito turístico fuiste a pasear para hacer el tp de turismo en CABA, que vos también cuentes tu experiencia del paseo. Volver a ver sonrisas en quinto segunda, volver a poder disfrutar de trabajar con ustedes.

Recordá que tenemos un acuerdo, que cuando me pidieron que me hiciera cargo de ser tutor del curso, les puse como condición, el entender que la tutoría entre otras cosas era como un salvavidas, estaba ahí, al alcance de la mano para cuando lo necesitaran. No para que se aferraran a él indefinidamente, pero si para usarlo en la emergencia, hasta encontrar algo más firme, más duradero. Recordá que hablamos que todo tenía solución, o al menos era mejorable, o por lo menos podíamos encontrar quien nos pusiera el hombro para que no tuviéramos que sobrellevar la malaria en soledad. Necesito que sepas que el salvavidas sigue junto a vos, sólo tenés que estirar la mano, o llamar, o mandar un mensaje. Recordá que acá están tus compañeros, tus amigos, esos que saben disculpar cualquier metida de pata. Que no pasa nada, que las puertas están abiertas, que no va a haber reproches. La escuchaba a tu mamá, a Elías, plantear que estaba todo bien, que todo era solucionable. Ellos también, por más doloroso que sea, necesitan creer que te fuiste, que reflexionarás y regresarás, que volverán los dibujos, la sonrisa.

Anahí, te estamos esperando, queremos tener la esperanza que fue solamente un impulso adolescente, y no que sos una víctima más de esta sociedad de mierda que parece que solamente es capaz de generar hermosas consignas, “nunca más”, “ni una menos” pero no hacerlas realidad.

Dale nena, devolvenos la esperanza…