El País.-

Cayó presunto ‘zar’ de la clonación de tarjetas de Colombia. Alias ‘Pachón’ habría robado $15.700 millones ( casi 10 millones de dólares) a usuarios del sistema bancario.

En uno de los videos que les sirvió como pista a las autoridades para ubicar a Jorge Maximiliano Pachón, que se presume es uno de lo mayores delincuentes informáticos del país, se ve al sujeto en un cajero automático instalando un sofisticado sistema para clonar tarjetas débito y crédito en un tiempo no superior a los cuatro minutos.

A través de este sistema, según las autoridades, se estima que el detenido logró hurtar por lo menos 15.700 millones de pesos en Colombia en cerca de 8 mil operaciones financieras. Pero no solo Pachón Viola era reconocido en nuestro país por los continuos robos a los cuentahabientes. En Venezuela, Ecuador, Brasil, Argentina, Panamá, Chile y Uruguay también estaban detrás de este sujeto.

“Estamos hablando de un cabecilla a mayor escala de clonación de tarjetas con la utilización de alta tecnología, especialmente a través de microcámaras”, explicó el general Carlos Ramiro Mena, director de la Dijín, y advirtió que varios de los integrantes de la red liderada por Pachón ya fueron identificados y se espera su detención.

A juicio de los investigadores que le seguían el rastro al llamado ‘zar de la clonación’ desde hace cerca de cinco meses, las cámaras instaladas eran de última generación, tenían mayor potencia y eran prácticamente invisibles en los cajeros electrónicos las cuales eran instaladas en la parte superior del teclado del cajero electrónico.

“El dispositivo tenía una batería que le daba una duración de varios días a la cámara. Asimismo, al ingresar la tarjeta se encendía una luz con la que se indicaba que se había grabado la clave y los datos de las tarjetas”, explicó Mena quien además recordó las recomendaciones que deben tener los usuarios de los cajeros para evitar que las tarjetas sean clonadas.

Antes de ser capturado en Colombia, Pachón purgó una condena en Uruguay de 30 meses de prisión. Pero al cumplir con la sentencia siguió delinquiendo en los países antes mencionados de los que entraba y salía haciéndose pasar por un acaudalado comerciante.

Entre los lujos a los que estaba acostumbrado se habla de hoteles cinco estrellas, renta de vehículos de alta gama y, con frecuencia, se le veía acompañado de mujeres que contrataba como damas de compañía. Estos servicios los pagaba con el llamado dinero plástico.

“Estamos verificando la información relacionada en el sentido de que en varios países donde este sujeto había sido detectado intentó sobornar a las autoridades policiales”, concluyó Mena