Claudio Leiva Cortés. Nación.

Este martes comunican la sentencia definitiva a Magdalena Torres Contreras (en la foto), quien mató a sus recién nacidos y ocultó sus restos en un tambor. Las víctimas fueron 3, entre ellas un par de mellizos o gemelos, pero la fiscalía sólo acreditó 2 crímenes.

La mujer que fue condenada este viernes en Santiago por 2 infanticidios -a pesar de que las víctimas fueron 3 neonatos-, Magdalena Alejandra Torres Contreras (37), estuvo detenida entre septiembre de 1994 y enero de 1995 por el supuesto homicidio de su primera pareja en Chillán.

Esta madre que ahogó a sus 3 hijos recién nacidos y que ocultó sus restos en un tambor metálico de pintura, sólo tenía 17 años cuando conoció a Jaime Arenas Altamirano en esa ciudad del Biobío.

Quedó embarazada de inmediato. De la relación con Arenas nacieron 2 hijos que hoy tienen 18 y 20 años. Sin embargo, la convivencia se vio tremendamente afectada por el alcoholismo del sujeto y por la violencia intrafamiliar y sexual que se vivía en ese hogar de la calle Antártica, villa Luis Cruz.

En septiembre de 1994, Arenas apareció muerto en su domicilio, con signos de estrangulamiento.Magdalena Torres fue detenida por parricidio, pero las diligencias determinaron que el hombre se colgó de una viga y ella salió en libertad en enero de 1995, luego de pagar una fianza.

A SANTIAGO CON SUS HIJOS

Después de este amargo episodio, Magdalena Torres emigró a Santiago con sus 2 hijos y se radicó en un cité de calle San Andrés 4166, población Buzeta, comuna de Cerrillos. Conoció otras parejas ocasionales y tuvo otros 2 hijos que actualmente tienen 11 y 15 años.

Los 2 mayores vivían con ella al momento de descubrirse los infanticidios, pero no los 2 menores. El de 15 se encontraba a cargo de un tío y el de 11 estaba bajo la custodia de su padre. Se desconoce quién o quiénes son los progenitores de las víctimas.

Como sea, Magdalena Torres no quería tener más retoños. A menudo salía a fiestas, y en agosto de 2007 quedó embarazada. Para disimular comenzó a usar ropas anchas, y a los entrometidos les decía que tenía un tumor. Incluso le mintió al supuesto padre de la criatura en gestación.

LOS INFANTICIDIOS DE 2008 Y 2010

En junio de 2008, Magdalena Torres tuvo el alumbramiento múltiple en el baño del cité. Según ella, sintió 2 golpes en el agua del retrete, escuchó un llanto y tiró 3 veces la cadena hasta que se acallaron los gemidos. Luego, guardó el o los cuerpos en una mochila y los escondió en el tambor.

En julio de 2010, la mujer alumbró otra criatura en su pieza, en un lavatorio, y luego la asfixió con una frazada. Para no despertar sospechas, ocultaba su estado de gravidez con fajas y ropas anchas. A la primera pregunta de lo que le pasaba, respondía agresivamente.

En abril de 2011, la dueña del cité entró en sospechas por el tambor, porque estaba tapado con plástico y envuelto con cinta adhesiva. Pensó que había algo extraño y, sin conocer su contenido, lo guardó bajó llave. Magdalena Torres no tuvo más acceso al tambor y eso la alarmó.

SE ENTREGÓ A LA POLICÍA

El martes 26 de abril de 2011, Magdalena Torres le pidió a un sobrino que la ayudara a deshacerse de los cuerpos. Impactado por lo que le contaba su tía, él la convenció de entregarse a carabineros de la Subcomisaría de Cerrillos, donde confesó los infanticidios.

La mujer quedó en prisión preventiva hasta el inicio del juicio que culminó el viernes de la semana pasada, con la declaración de culpabilidad por 2 infanticidios.

Este martes a las 15:30 horas, los jueces del 5° Tribunal Oral Penal de Santiago darán a conocer la pena definitiva. La Fiscalía Oriente pidió 15 años de cárcel.