farcEl Diario-. Las delegaciones del Gobierno de Colombia y de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC-EP) suscribieron ayer un “acuerdo fundamental” sobre el segundo punto de la agenda del denominado “Acuerdo General para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera”, que rige las negociaciones que cumplen este mes, un año de iniciadas en La Habana, con participación de representantes de Cuba, Noruega, Chile y Venezuela.

El acuerdo alcanzado ayer ha sido denominado de “Participación Política”, que abre el camino para la conversión de la guerrilla en un partido legal, si se firma la paz, dice el comunicado, difundido a través de la Embajada de ese país en La Paz. “El nuevo acuerdo persigue -dice el documento- en líneas generales, garantizar el ejercicio y derechos de la oposición política en Colombia y de los nuevos movimientos que surjan en un escenario de paz, democratizar los mecanismos de participación ciudadana, asegurar la transparencia del sistema electoral y otorgar más representación política a territorios y población más vulnerable en el conflicto”.

De acuerdo con la Agenda, se ha logrado consensos sobre los siguientes temas:

1.- Derechos y garantías para el ejercicio de la Oposición política en general, y en particular para los nuevos movimientos que surjan luego de la firma del Acuerdo Final. Acceso a medios de comunicación.

2.- Mecanismos democráticos de participación ciudadana, incluidos los de participación directa, en los diferentes niveles y diversos temas.

3.- Medidas efectivas para promover mayor participación en la política nacional, regional y local de todos los sectores, incluyendo la población más vulnerable, en igualdad de condiciones y con garantías de seguridad.

El Gobierno y las FARC consideran que lo convenido, en su desarrollo, “profundiza y robustece nuestra democracia, ampliando los derechos y garantías para el ejercicio de la oposición, al igual que espacios de participación política y ciudadana. Promueve el pluralismo y la inclusión política, la participación y la transparencia en los procesos electorales y el robustecimiento de una cultura política democrática”.

“Constituye una apertura democrática, la construcción de la paz requiere de participación ciudadana en los asuntos de interés público, en especial en los territorios más afectados por la violencia y, también, en los mecanismos de implementación del presente Acuerdo”, añade. El documento de 1.758 palabras constituye la base sobre la cual podría firmarse la paz en el corto plazo.