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Colprensa – La Opinión.-

El camino del proyecto que propone la despenalización de la marihuana para usos terapéuticos va a ser empedrado en el Congreso de la República.

La iniciativa, de autoría del senador liberal Juan Manuel Galán, deberá afrontar un agudo debate en el Legislativo, debido a que diversos sectores ya tienen reservas sobre la iniciativa que podría naufragar durante su trámite.

Si bien lo que se propone es la legalización del uso medicinal de este estupefaciente, es decir que se autorice para mitigar el sufrimiento de las personas que padecen enfermedades terminales o que causen mucho dolor, existen miedos sobre la posibilidad que esta propuesta abra la Caja de Pandora de la legalización de las drogas.

Las miradas en torno al tema son divergentes, pero la coincidencia entre quienes se refieren al proyecto es que es una buena oportunidad de discutirlo, lo cual no da garantías para que sea aprobado.

Uno de los primeros que le da el no a la posibilidad de una eventual legalización de la hierba es el senador conservador Hernán Andrade, quien enfatiza que “rechazo categóricamente abrir la puerta de la legalización de las drogas en Colombia”.

El Senador sustentó su posición argumentando que la propuesta se presenta “en un momento inoportuno, porque bajo la puerta de la permisión de la dosis personal se ha aumentado el consumo”.

Insiste en que prefiere aparecer como el mayor conservador “arcaico por defender este tipo de valores”, al comentar que si bien es cierto que es una medida que está tomando impulso en el mundo y que ha sido aplicada en diferentes países “prefiero quedarme con los valores que estar a tono con el resto del mundo”.

Con base en esta posición, Andrade vaticina que si bien el debate se va a abrir esa propuesta no va a ser aceptada en el interior del Congreso”.

Pero la posición en contra del proyecto no viene únicamente de las toldas conservadoras. En el Centro Democrático tampoco tiene eco la iniciativa.

El senador José Obdulio Gaviria entrega un diagnóstico de lo que representa la iniciativa para la corriente uribista.

“Creo que es un embeleco de algunos políticos que quieren estar siempre en lo que se llama, vulgarmente, lo políticamente correcto”.

Luego, advierte que “mientras no haya una política universal diferente a la persecución y la sanción, creo que Colombia no debe dar un paso diferente a la lucha, porque eso podría demostrar una debilidad del país con respecto a este problema”.

Coincide con esta posición el profesor de la Universidad del Rosario, Mauricio Jaramillo, quien cree que “Colombia no está preparada para afrontar un compromiso de este tipo con la comunidad internacional” y explica que “los países que han tomado esta decisión, como Uruguay y Bolivia en el tema del uso ancestral de la coca, han quedado aislados y, la verdad, no creo que el país esté dispuesto a dar el debate cuando es más que sabido que el mayor aliado en la lucha conta el narcotráfico, por nombrar un solo ítem, ha sido Estados Unidos”.

Un debate que apenas comienza

No obstante a lo manifestado por los sectores anteriores, hay quienes opinan que lo mejor es que el debate se abra y que el país tenga la oportunidad de ver qué es lo más viable.

En este rumbo se encasilló el senador Antonio Navarro, quien dijo: “Es un tema que se tiene que discutir, pero -la verdad- no sé si estemos preparados”.

“La bancada de la Alianza Verde está dispuesta al debate, pero es un tema que tiene mucho análisis. No es fácil”, argumenta.

Sin embargo, llama la atención con respecto a que “el país debe ser consciente en que aquí hay mucha gente con conocimiento de la marihuana y otras muchas drogas, pero si la razón es legislar, ese proyecto tiene que salir de las bases”.

En este orden de ideas se encuentra el senador liberal Luis Fernando Velasco, quien además de confirmar que Galán hasta el momento no cuenta con el aval del partido, sí tiene claro que “por lo menos los colombianos debemos mirar esta alternativa que solo acompaño mientras haya una unidad de criterios”.

Por su parte, el senador de Opción Ciudanana, Antonio Correa, no difiere de su colega en el Congreso, pero enfatiza que “el problema está en la educación y cómo viene el proyecto no es claro de la forma en cómo se va a diferenciar entre lo médico y el consumo. Creo que en eso tenemos que ser muy cuidadosos”.

No obstante a estas posiciones, hay quienes ven en la propuesta un mandado del Gobierno para fortalecer el proceso de paz de La Habana.

Por lo menos así lo considera el analista Vicente Torrijos, quien dijo que “eso de medicinal no tiene nada” y sustentó: “Esto está sincronizado con los planes que tiene el Gobierno con las Farc para que ellos tengan el control de las drogas, sea terapéutico o ilegal”.

Explica que “para lograr todo el proyecto estratégico, tanto Gobierno como Farc tienen que tener certeza sobre el tema de las drogas, ya que este negocio tiene que quedar en manos de alguien”.

Sobre esta base, Antonio Navarro dice: “Hoy en Colombia, la marihuana se consume ilegalmente y hay un comercio asociado a la ilegalidad y son estos elementos los que representan el peligro, por eso, creo, bienvenido el debate sin afanes y con elementos de juicio”.

Permisión, medida en aumento

En los últimos años varios países del mundo han adoptado mecanismos legales para permitir el uso de la marihuana ya sea para tratamientos médicos o de uso recreativo.

En los primeros casos, el uso terapéutico, las naciones pretenden aprovechar las propiedades del cannabis como agente minimizador del dolor, incluso en tratamientos para curar la artritis.

En lo recreativo se focaliza únicamente en el consumo, para lo cual han establecido reglas de juego de quienes son adictos a la marihuana.

En Estados Unidos ya son varios los estados que han ido en contra de las prohibiciones que tiene el Gobierno Federal, de hecho en Colorado y Washington dieron vía libre al uso recreativo, mientras que en 20 estados más lo hacen con fines terapéuticos.

Pero no solo Estados Unidos ha levantado esta prohibición, también lo han hecho Uruguay, Ecuador, Portugal, Holanda, entre otros, que permiten el uso recreativo en dosis personales de las drogas blandas.

Mientras tanto en México, Colombia, Argentina, Chile y Guatemala, entre otros, ya comenzaron a analizar la posibilidad de levantar las sanciones penales a la marihuana.