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No hay duda de que el 2015 fue un año revolucionario para Colombia. Se legalizó la eutanasia, se permitió a las parejas homosexuales adoptar hijos, el fiscal general anunció que radicaría en el Congreso un proyecto para dar vía libre al aborto y en el Congreso va con buen viento el trámite de una ley que permite el uso de la marihuana con fines medicinales. Y aunque se podría decir que en este año el país estuvo a la vanguardia en el tema de las libertades civiles, el 2015 no podía terminar sin que el Gobierno reglamentara el tema del cannabis.

El ministro de Salud, Alejandro Gaviria, había advertido que el decreto estaría listo antes de finalizar el año y así fue. Semana.com conoció el documento en donde el Gobierno autoriza el uso de la planta con fines estrictamente médicos y científicos. 

Allí se controlan las áreas de cultivo, los procesos de producción, la fabricación, la exportación y la importación. Y también se dejan especificados los requisitos que deberán cumplir las personas que deseen trabajar la planta con fines medicinales.

¿Cómo tener la autorización?

Con la marihuana se pueden fabricar ungüentos, jarabes, pastillas, entre otros, para tratar enfermedades como VIH, cáncer, epilepsia y distrofia muscular. 

Por eso, no son pocas las personas que desean hacer uso de las bondades de esta planta para aliviar el dolor de otros. Así, el Ministerio de Salud dejó claros los requisitos que deben cumplir aquellos que deseen trabajar el cannabis de manera legal.

Lo primero que se debe hacer es obtener las licencias, ya sea de posesión de semillas, cultivo, producción y fabricación, y exportación. Eso depende de lo que quiera hacer la persona que solicita la licencia. 

Como requisitos indispensables para tener los permisos, el solicitante tendrá que presentar ante el Consejo Nacional de Estupefacientes (CNE) o el Ministerio de Salud un documento de identificación; un protocolo de seguridad; un plan de cultivo, de producción y fabricación y de exportaciones (depende del caso); un documento donde se indique el costo de las inversiones y los compromisos que en materia social implementará.

Además de eso, debe proponer la vinculación de un porcentaje de habitantes de la región como trabajadores, el área de cultivo debe estar aprobada por el Consejo Nacional de Estupefacientes y debe cumplir unos requisitos de seguridad.

Desde el momento en que el solicitante presente los documentos, el CNE o el Ministerio de Salud tendrán un plazo de hasta 30 días hábiles para responder positiva o negativamente a la solicitud. 
“Las licencias no tendrán un plazo de vigencia. Sin embargo, en cualquier momento el CNE o el Ministerio de Salud y Protección Social podrán declarar la pérdida de vigencia de la licencias mediante acto administrativo debidamente motivado, de conformidad con lo establecido en el artículo 8 de este decreto”, dice la normativa. 

Vigilancia 

Para verificar que todo se cumpla, el decreto deja claro quiénes serán los responsables de vigilar que el uso de la marihuana sea el apropiado y sea, siempre, con fines estrictamente medicinales y científicos. 

Es así como las actividades que implican posesión de semillas para siembra y el cultivo de plantas estarán a cargo de la Dirección Antinarcóticos de la Policía Nacional y del CNE. El Ministerio de Agricultura y el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) brindarán apoyo a la Policía y al CNE en los temas de manejo agronómico y producción. En los demás casos, el control será responsabilidad del Ministerio de Salud.

¿Se convertirá en Ley?

El pasado 10 de diciembre, el Senado le tomó la delantera al Gobierno y en plenaria aprobó el segundo debate para legalizar la marihuana con fines medicinales.

Con 46 votos a favor y seis en contra, la plenaria apoyó el proyecto del senador Juan Manuel Galán y se espera que el próximo año la Cámara de Representantes dé su respaldo para que se convierta en ley de la República.

El proyecto obliga al Estado a ejercer el control sobre el cultivo y la comercialización de la planta. También deja en manos del Estado, a través de los Ministerios de Justicia, Salud y Agricultura, que harán parte del Consejo Nacional de Estupefacientes, que regule el otorgamiento de licencias a los cultivadores. 

Con esta iniciativa, según Galán, se podrán atender millones de potenciales pacientes que hoy sufren de dolor, pacientes con esclerosis múltiple, con VIH-sida, con cáncer, pacientes que están siendo tratados con quimioterapia.