Por Redacción – Página 12.-

Buenos Aires- Pasada la medianoche de ayer, alrededor de 50 personas tomaron por sorpresa a los oficiales de la comisaría 5ª de Ezeiza en el barrio La Unión e intentaron liberar a un detenido. Tras pedir apoyo a varios patrulleros, los agresores fueron echados de la dependencia policial y apedrearon el frente, quemaron gomas, incendiaron un patrullero y destruyeron las ventanas de otro. Dos policías fueron heridos y hubo cinco personas arrestadas. “Es un barrio complicado”, admitió una alta fuente policial de la zona al referirse a La Unión. El detenido en cuestión tiene 50 años y una acusación por tenencia ilegal de armas de fuego y municiones. La comisaría quedó custodiada por la Guardia de Infantería.

Según relataron fuentes policiales, alrededor de 15 familiares del detenido se presentaron a la 1 en la guardia de la seccional, ubicada sobre la calle Las Lilas 542, exigiendo que se lo libere. Había cuatro oficiales de turno, que al verse sobrepasados en número pidieron apoyo a los patrulleros que recorren el barrio. “Mientras esperaban, los familiares rompieron varios vidrios e intentaron atacar a los oficiales, que se defendieron sin ostentar sus armas reglamentarias”, confió un comisario que estuvo ayer en el lugar tras los incidentes.

Cuando llegó el apoyo externo convocado por radio, los familiares se retiraron pero afuera había vecinos y amigos del detenido, que habían llevado neumáticos y los incendiaron. Entonces comenzaron a tirar piedras, rompiendo las ventanas del frente de la seccional, y arremetieron contra uno de los patrulleros que habían acudido en auxilio de los oficiales de turno. Lo quemaron por completo. Otro móvil fue atacado con fierros, quedó sin ventanas y muy abollado. El ataque duró, según la policía, alrededor de 10 minutos.

Los manifestantes fueron ahuyentados con balas de goma, mientras que tres mujeres y dos hombres fueron detenidos. “Uno de ellos era el que manejaba una camioneta que trajo a varios vecinos. Otros vinieron en un colectivo. De ahí bajaron con las gomas que después quemaron. Fue algo planificado”, dijo la fuente policial consultada. El principal objetivo, agregó, era asegurar que no entraran porque las ocho celdas de la seccional estaban completas y había peligro de fuego.

Como consecuencia de los incidentes, un policía debió ser atendido con varios traumatismos leves, producto de los impactos de las piedras, otro colega recibió un corte en el labio y perdió algunos dientes. Los oficiales de guardia trataron de explicar a los familiares que iban a liberar al sospechoso porque se trataba de un delito menor, pero cuando el fiscal supo que tenía antecedentes también por portación de armas, decidió que pase un día más en la comisaría, hasta resolver la situación.

Según pudo averiguar este diario, la semana pasada, la fiscalía 1 descentralizada de Ezeiza había allanado la casa del sospechoso por una denuncia de tenencia de armas, que fue comprobada. “Tenía una pistola calibre 22 sin autorización para tenerla ni portarla. Además del cargador lleno, había municiones para esa arma”, explicaron fuentes de la investigación. Tras los incidentes, el detenido fue trasladado a una unidad penitenciaria, a la espera de que se aclare lo ocurrido anoche.

Ayer por la tarde, el fiscal Ricardo Bruzzone, jefe de la UFI descentralizada de Ezeiza, comenzó a indagar a los cinco detenidos, quienes estaban alojados en distintas seccionales de la zona, para determinar qué motivó el ataque a la comisaría. Todos ellos están acusados por “lesiones y daños calificados”. Con fines de “prevención”, ayer fue convocada la Guardia de Infantería para custodiar la seccional atacada. “Los agarraron por sorpresa y eran muchos, así que lo que queremos saber es quién es realmente este tipo que querían liberar”, comentó la alta fuente policial consultada.

 

Foto: Télam