tribunales carlos pazCosecha Roja.-

El profesor de karate de Villa Carlos Paz, Córdoba, empezó a abusar de sus alumnas cuando tenían entre 11 y 12 años.

-Lo idolatraban.- Dijo el abogado de una de las chicas, Rodolfo Sittoni a radio Mitre de Córdoba. – Lo consideraban una inspiración de filosofía de vida; por eso que accedieron a determinadas prácticas que no son naturales para esa edad.

En septiembre del año pasado, una con la mayoría de edad recién cumplida y otra todavía siendo menor, se lo contaron a sus familias. Los padres de ambas se presentaron en la justicia y un mes más tarde se lo imputó por abuso sexual simple.

El Sensei  esperó los resultados de las pericias y los análisis en libertad. La fiscalía a cargo de Gustavo Marchetti consideró que la investigación no corría riesgos ni había peligro de fuga. El miércoles pasado, después de algunos resultados periciales, fue detenido y el delito que se le imputa pasó de ser simple a agravado por la reiteración.

El profesor de 44 años daba clases en los cinco gimnasios de Villa Carlos Paz. Tenía al menos 20 alumnos de todas las edades y se lo consideraba muy destacado en su práctica a nivel nacional. Durante seis años logró sostener el silencio y el sometimiento necesario para que el secreto no se rompiera.

El Sensei – del cual todavía no se conoce el nombre por decisión de la fiscalía, a fin de no entorpecer la investigación – recurría a diferentes formas de manipulación. Con la asimetría que le permitía su edad, las convencía de estar enamorado de ellas y las obligaba a silenciar la relación para no ser descubiertos. Las situaciones de abuso, al parecer, no se limitaban solo a las clases sino que seguían en otros ámbitos. Al mismo tiempo reforzaba el instinto de competencia que es habitual en las prácticas deportivas y lo alentaba constantemente entre sus víctimas, de modo que las chicas casi no hablaban entre ellas y no podían comentar las situaciones que estaban viviendo. El profesor de karate tenía un plan y lo ejecutaba sistemáticamente para evitar ser descubierto y poder continuar con los abusos.

– Las sometía a una presión psicológica constante. – Dijo Lucas Duran, abogado de la otra chica a Cosecha Roja.

El año pasado, las chicas empezaron a contarse situaciones que habían vivido con el Sensei y descubrieron que ambas estaban pasando por lo mismo. Decidieron, entonces, hablar.

La relación del profesor con las familias de las víctimas intentaba ser lo más cercana posible. Tras seis años como docente, había logrado entablar un vínculo de confianza, hasta de cierto grado de amistad con los padres.  Esto dificultó que las chicas se decidieran a hablar y ayudó a que los padres no sospecharan nada.

– Es habitual, en este tipo de casos, que el abusador busque entablar lazos personales con la familia de la víctima . – Comentó Duran. – Desde el momento de la denuncia, las chicas están permanentemente acompañadas por sus familias que les brindaron, aparte del cariño de siempre, el apoyo psicológico necesario para superar esta situación.

Al ser un delito de instancia privada, el abuso sexual no puede ser investigado sin mediar denuncia de la víctima. Sin embargo tanto Duran como Sittoni coinciden en no descartar la posibilidad de que existan otras situaciones que por el momento no se han denunciado ante la justicia.