Cosecha Roja.-

En octubre del año pasado, la policía encontró un torso humano debajo de la mesa de su departamento. La cabeza, los brazos y las piernas no estaban allí. Germán Alejo Torres, de 21 años, había descuartizado a su amante. Hoy comenzará el juicio en Altos de General Paz, provincia de Córdoba.

Las sospechas comenzaron con las enormes bolsas de consorcio que el joven sacaba a la vereda. De la casa salía un olor fuerte y desagradable. Torres se justificaba diciendo que había puesto a descongelar el freezer para limpiarlo.

-Seguro- le decía a los vecinos- que la carne se pudrió.

Los vecinos desconfiaban de la excusa y llamaron a la policía. La víctima, de unos 42 años, fue identificada por un tatuaje en la espalda. En su documento  decía que se llamaba Sergio Alejandro Bustos. Para los investigadores, era una travesti. La hipótesis es que en el momento del crimen estaban teniendo relaciones sexuales por dinero, pero no se pudo establecer si salían desde hacía un tiempo o acababan de conocerse.

Esa noche, los demás inquilinos escucharon gritos que venían del departamento de Torres. La discusión terminó con una puñalada. Días después, se encontró la cabeza en un parque y algunos miembros del cuerpo dentro de una bolsa, en un contenedor de basura.

Si se lo encuentra culpable, Torres puede ser condenado a una pena  entre 8 y 25 años. En caso de que haya acuerdo por un abreviado, podría cumplir menos de 12 años de prisión.