Cosecha Roja.-

Las madres de Sonia Marisol Molina y Estefanía Heit hablaron con la prensa. Ambas dijeron que sus hijas son víctimas de Jesús Olivera, detenido anoche en Carhué. Según las versiones de Mónica Santander, madre de la chica secuestrada, y de Olga Heit, madre de la periodista denunciada como secuestradora, Olivera se ganó la confianza de las mujeres, las involucró en una supuesta secta religiosa y las enemistó con sus familias.

Mónica Santander, la mamá de Sonia Marisol Molina, habló con el diario Nuevo Día Digital de Coronel Suárez. Contó cómo fue la relación de su hija con Jesús Olivera, detenido anoche en Carhué, y cómo fue involucrándose con la supuesta secta religiosa llamada “Amar es combatir”. En sus dichos nunca mencionó a Estefanía Heit, periodista del canal local de Coronel Suárez:

-“Este señor se fue a Río Colorado diciendo que era pastor de una iglesia multitudinaria de Rosario. Nos entusiasmó, yo en su momento también estuve, porque tenía un plan muy lindo para los chicos jóvenes, para sacar a los chicos de la calle, y a mi hija siempre le gustaron esas cosas, porque siempre fue solidaria. Nos enganchamos. Yo estuve un tiempo nada más. Después vi que no eran cosas de pastor, sino cosas de vivo, que lo único que quería era plata: “Comprame esto, comprame aquello, que es para la iglesia”. Compramos cosas y después él se gastó todo. Yo me salí. Incluso traté de decirle a mi hija que salga, que no era bueno, pero este tipo se metió tanto en ella que era lo que él decía nada más”.

-“Lo que pasa es que él le hizo vender la casa, que era lo último que le quedaba. Vendió todo lo que tenía. Lo peor es que él la dejó sin nada. Él la tuvo secuestrada tres meses, encerrada, golpeada, maltratada, hasta drogada”.

-“Si hubiéramos esperado un tiempo más, no la encontramos. Yo la fui a buscar muchas veces. Hice denuncias en la policía, pero como ella es mayor de edad decían que no la podían buscar, o que sí podían pero todo en su tiempo. A mí me apuraba porque yo veía que esto no iba a llegar a nada bueno. No sabíamos dónde estaba. Mandaba a pedir plata de un lado, del otro, pero no sabíamos de un lugar específico. En alguna parte vi esta dirección y la di para que la buscaran acá. Finalmente acá la encontraron”.

-“Ella me contó que la tuvieron tres meses encerrada, que logró escapar, y que aguantó hasta juntar pruebas para poder desenmascarar a este tipo. Sé que la pasó bastante mal encerrada. Ella está ahora recuperándose”.

“La alejó de mí”

Olga Heit, la madre de Estefanía Heit, dijo a canales de televisión nacional que no veía a su hija desde hace tres años, que dejó de verla cuando la relación entre su hija y Jesús Olivera se hizo más cercana. La mujer contó detalles de cómo era la vida de la presentadora de televisión con el hombre que fungía de pastor religioso.

-“Yo hace tres años que no la veo. Es mi única hija mujer. Yo estuve ahí al principio, pero era todo leer la biblia, nada extraño”.

-“Por eso es que me alejó, porque a mí no me gustaba Olivera. Yo me acabo de enterar de lo que pasó y por eso vine urgente a Coronel Suárez. Hace tres años que no veo a mi hija. No insistí mucho, porque ella se quiso alejar”.

-“La religión no se sabe de dónde salió ni quién es él. A mí me decían que no podía hacer nada por ella, aunque no me gustaba ese hombre, porque ella ya era mayor de edad. No conocí nunca a Sonia, no sabía nada de lo que estaba pasando. Nadie entraba a la casa de mi hija, hace tres años que no tengo contacto con ella. No sé cómo se conocieron, no tengo idea”.

-“Olivera la había alejado de toda la familia y de los amigos. La había capturado para él solo. Y mi hija me rechazaba”.

-“Al principio practiqué en la secta. Era normal: leer la biblia, algo normal de una religión. Había restricciones de personas que no podíamos ver. Decía que había personas que tenían el diablo adentro. Después me di cuenta de que él me mentía y me traté de alejar. Y ahí él me alejó de ella. Él primero decía que era de Santa Fe, después decía que de Buenos Aires, luego de Bahía, o decía que era de La Plata. Mentía en cosas así. Yo fui atando cabos. Tuve una discusión muy fuerte con él antes de que mi hija se alejara. No sé decir dónde fue que mi hija lo conoció. Ella es una chica divina, amorosa, no porque sea mi hija”.

-“Me quería morir cuando escuché la noticia. Así como la mitad del pueblo no cree lo que pasó, yo tampoco. He tenido muchos llamados solidarizándose conmigo. Estuve en tratamiento psiquiátrico por depresión, por estar alejada de mi hija”.

-“Olivera dominaba a mi hija psicológicamente y con violencia. Yo la vi con moretones, y cuando le pregunté por qué, ahí fue cuando me sacaron de en medio. Puedo asegurar como que me llamo Olga que mi hija es víctima de este tipo”.