marihuanaRolando Lopez – Los Andes.-

Mauro Panello (30), un cocinero sin antecedentes fue quien quedó detenido el miércoles de la semana pasada después de que la policía hallara alrededor de 100 plantas de marihuana en su casa de calle Azopardo al 300 de Godoy Cruz. Desde ese día, Panello está preso en la Unidad 32 de la Justicia Federal.

Culto, con gran conocimiento de plantas y refinado, tal como lo describieron las autoridades judiciales, el hombre declaró el jueves pasado por más de media hora sin parar y dio una suerte de clase teórica acerca de la legalidad o ilegalidad en la que se mece el tema particular de la marihuana. Al final de su alocución dijo que quisiera quedar libre. Pero de momento sigue en prisión. A continuación una síntesis de sus dichos en sede judicial.

INICIOS. “Comencé a consumir marihuana por curiosidad, cuando iba al secundario. Empecé comprando en barrios como Tres Estrellas, Lihué, Fachinal y otros. Me di cuenta de que lo que consumía era basura; sin controles bromatológicos, sin fechas de vencimiento ni elaboración. Todo era clandestino y de mala calidad. Antes pensaba que la hoja se fumaba y después de leer mucho, me di cuenta de que lo que se consume es la inflorescencia de la planta. Yo vivía en Chacras con mis padres pero ellos no me permitían plantar porque sabían que era ilegal”.

PELIGROS. “Cuando iba a comprar la marihuana mala a la villa la pasaba mal. Una vez me robaron la bicicleta, otra una moto que me había regalado mi madre. Y una vez en el Tres Estrellas me golpearon entre cinco para que les diera medio porro. Entonces empecé a cultivar por mi cuenta en una casa que conseguí para eso”.

EXPERTO. “Con el tiempo me fui convirtiendo en un experto y lo digo a mucha honra. Ya que hay gente que piensa igual que yo y son gente muy sana y amorosa”.

NARCOTRÁFICO. “Me parecía muy bien tener mi marihuana para mí y mis amigos y no ir a las villas. Me parece una buena manera de combatir al tráfico de marihuana. Porque si cada uno tuviera su planta en su casa se acabaría el negocio oscuro del narcotráfico. Y las personas que no pueden cultivarla deberían conseguirla en la farmacia, porque se trata de una medicina”.

PLANTAS. “La cantidad que se incautó en mi casa era para consumo personal y para compartir con mis amigos como ellos comparten las suyas conmigo. La marihuana es mucho más que un vegetal perpetuado en una maceta o en la tierra; para mi vida llegó a ser compañía y también me hacía valorarme a mí por sus resultados, por su respuesta ante mis cuidados”.

USOS. “La marihuana no sólo sirve para fumarla. Sirve para miles de productos como jabones, textiles, cremas. Se puede utilizar para la industria automotriz; no por nada el primer automóvil, el modelo “T” del Henry Ford, usaba una carrocería compuesta por fibra de cáñamo. Además, habría que ver cuántas muertes produce el consumo de marihuana en comparación con el tabaco y el alcohol”.

SITUACIÓN. “No merezco estar en la cárcel porque no he robado ni matado; lo único que hacía era tener plantas, las cuales fumaba, y cuidaba y protegía de las lluvias y limpiaba sin hacer mal a nadie. Mi casa estaba ordenada con todo en su lugar y ahora estoy en un calabozo. Mi casa está desordenada y mis padres preocupados por una ley, la 23.737, que ha destruido la vida de tantas personas. Pido una oportunidad para demostrar que antes de ser un agricultor soy una persona con familia que quiere que sus padres estén orgullosos”.