En un comunicado, la Revista THC informó que ayer efectivos de la Policía Bonaerense irrumpieron en la casa de Adriana Funaro, cultivadora y activista por los derechos de los usuarios de cannabis, en la localidad de Ezeiza, provincia de Buenos Aires.

cultivadoraLa policía entró con una orden de allanamiento por “cultivo y posesión de estupefacientes”, librada a partir de una denuncia anónima de un vecino que apareció en el lugar mientras se llevaba a cabo el allanamiento, sacó un arma de fuego y disparó un tiro al piso frente a las decenas de personas que se habían concentrado en el lugar, luego de afirmar tener “contactos con el intendente” de Ezeiza y ex ministro de seguridad bonaerense Alejandro Granados. La policía, que presenció el hecho, decidió no detener al denunciante y agresor argumentando que “no escucharon el disparo”.

Adriana, que es usuaria medicinal a causa de artrosis, cultiva en su casa de Ezeiza desde hace años, no sin sobresaltos. Fue en abril de 2012 cuando lo que parecía una calma eterna se terminó de golpe: Adriana fue víctima del cogollero, como se conoce a quien roba plantas amparado en la ilegalidad en la que los cultivadores llevan adelante su cultivo. En aquella oportunidad, toda su cosecha fue arrancada de raíz. En plena madrugada salió a pedir ayuda. Se encontró con un móvil policial. Adriana no anduvo con vueltas: “me robaron las plantas de marihuana”, denunció. Media hora después, uno de los policías golpeó a su puerta. La atención a la víctima se transformó en extorsión: “Mi compañero es nuevo y quiere hablar. Lo convencí de que no dijera nada, pero quiere 900 pesos para callarse”. Pese a ese doble crimen en su contra, continuó cultivando. Además, desde hace varios que Adriana es conocida por hacer aceite medicinal de cannabis y regalarlo a pacientes que lo necesitan.

A Adriana le secuestraron 36 plantas, algunas semillas y goteros con aceite medicinal de cannabis. Varios padres de niños con diversas patologías que se tratan con el aceite que produce Adriana se presentaron en el lugar para exigir que no se la lleven detenida porque, sin su ayuda, sus hijos se quedan sin su medicina.

Al caer la noche, la policía se retiró del lugar y se llevó a Adriana detenida. La mujer pasó la noche en una celda de la comisaría 1 Luis Guillón y hoy le tomarán declaración.

Hoy se conoció que la periodista Lúcia de Souza Madeira, miembro de la revista THC, fue agredida mientras trabajaba en la cobertura del allanamiento en el que fue detenida Funaro.

“El agresor, según denunció la Revista THC, es Héctor Osvaldo Laporta, el vecino que presuntamente realizó la denuncia anónima que sirvió de punto de partida para iniciar la causa contra Funaro”. Durante el procedimiento, Laporta insultó a las personas que estaban presentes: activistas, vecinos y familiares de los niños a los que Adriana les provee gratuitamente el aceite de cannabis para sus tratamientos.

Cuando la periodista de THC intentó tomar una foto, Laporta sacó un arma de fuego y disparó al piso. “No saben con quién se metieron”, dijo antes de golpear y sacarle un diente a Nicolás Breg, uno de los que apoyaban a Funaro. La policía no detuvo a Laporta: dijeron que no vieron ni escucharon el disparo.

La periodista recibió una citación del fiscal Carlos Alberto Hassan para presentarse a declarar en la UFI 2 de Ezeiza acusándola del delito de “coacción” y “violación domicilio”. Según la versión judicial, ella entró a la casa de Laporta y lo amenazó.

“Además de verse en riesgo la libertad de prensa y la integridad de una persona mientras llevaba adelante su tarea, lo ocurrido evidencia la complicidad policial y de los funcionarios judiciales encarnizados en una supuesta lucha contra el narcotráfico que, como las pruebas lo demuestran, sólo atenta contra la integridad de las personas”, escribieron en un comunicado desde la THC.