asesinoserialbrasilMilenio.-

El asesino en serie brasileño que reconoció el pasado 15 de octubre haber matado “por rabia” a 39 personas confesó durante su arresto tener todavía ganas de matar, según contó hoy uno de los policías a su cargo.

“Él dijo: ‘Aún tengo ganas de matar'”, afirmó el comisario Eduardo Prado a la cadena local de televisión Anhanguera de Goiania, la capital del estado de Goiás (centrooeste de Brasil).

Thiago Henrique Gomes da Rocha “también preguntó si tendría que responder penalmente por matar a otro preso” cuando sea transferido a la cárcel, añadió el comisario.

Según el policía, el detenido, un agente de seguridad de 26 años recluido en una celda de aislamiento de una comisaría de Goiania, presenta un comportamiento muy extraño.

Gomes reclama decenas de revistas que lee en voz alta, de atrás hacia delante y a toda velocidad, y pide que le lleven alcohol. El detenido demanda constantemente hilo dental y “responde con una risa sarcástica cuando se le pregunta si lo quiere para suicidarse”, como ya intentó al abrirse las venas con unos vidrios después de su arresto.

Detenido el 14 de octubre tras 70 días de investigación, Gomesreconoció la semana pasada con todo tipo de detalles el asesinato de 39 personas desde 2011, entre ellas 16 mujeres, homosexuales y vagabundos.

El joven aseguró que solo tenía un arma de fuego. Los expertos en balística confirmaron que Gomes la habría usado en, al menos, seis de los asesinatos que confesó.

Gomes explicó a los investigadores que no conocía a sus víctimas y que “sentía una rabia por todo” que solo se le pasaba cuando cometía los asesinatos.  Después ese sentimiento se convertía en remordimientos que daban paso de nuevo a la rabia que le hacía matar otra vez.

La policía analizó las imágenes de varias cámaras de seguridad que filmaron algunos de sus crímenes y los testimonios de personas que reconocieron la moto del asesino. La investigación se centra ahora en tratar de determinar el perfil psicológico de Gomes, presentado por la policía como “extremadamente peligroso”.