cosecha mesa 2 f

En la segunda charla del “Diálogo entre políticas de seguridad y prácticas periodísticas” se debatió sobre la relación entre los jóvenes, la violencia, los conflictos sociales y el Estado.

Frente a los desafíos de las políticas de seguridad, se planteó si se podría construir inclusión desde allí. También se analizó si es intencional el uso mediático de los jóvenes ¿Cúando son noticia?

Compartieron mesa Eugenia Cozzi (Becaria Doctoral Conicet, Cátedra de Criminología de la Facultad de Derecho de la UNR), Abel Córdoba (Titular de la Fiscalía especializada contra la violencia institucional), Sebastián Hacher (Cosecha Roja), Jorge Jaunarena ( Asociación Miguel Bru, secretario de DDHH de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP y de ADULP), Eugenia Cozzi (Becaria Doctoral Conicet, Cátedra de Criminología de la Facultad de Derecho de la UNR) y la moderadora fue Paula Stiven, de Mundo Villa.

“Cuando los jóvenes son presentados como sujeto de peligro el mecanismo es muy parecido al de una película de acción”, dijo Abel Córdoba y argumentó su tesis diciendo que “las similitudes con el género son muchas: son más dinámicos, espontáneos y se los presenta excitados”. Para Córdoba, “al presentar las noticias de esta forma no se transmite ninguna solución, se trata solo de exhibicionismo”.

Por su parte, Jorge Jaunarena compartió una disertación sobre jóvenes y comunicación realizada por los alumnos la Universidad de La Plata y planteó que la prensa hace “sobre todo una representación simbólica de lo que sucede, por lo que es necesario una mejor historicidad de lo que pasa”.

En este sentido, Eugenia Cozzi propuso que “así como se construye la imagen del delito habría que plantear cómo deconstruirla”. Frente al perfil de la identidad delictiva que “genera prestigio en las marginalidades”, Cozzi se refirió a la posibilidad inversa “darle a los jóvenes una alternativa en la construcción e identidad que atente contra el delito”.

Sebastian Hacher analizó la forma en que se trata a los jóvenes en los medios cuando se los relaciona con episodios de violencia, y cuestionó que muchas veces se vincula a una cuestión de clase: “las víctimas del gatillo fácil suelen ser marginales”. Para cerrar, recordó una anécdota del cineasta surrealista Luis Buñuel que en la década del 30 y en contestación a la industria holliwodense que lo había contratado construyó una tabla con varios comienzos y finales. “Entonces pedía que le digan una escena y estimaba cómo iba a empezar y a terminar”  dijo Hacher y vinculó que “eso pasa muchas veces en el periodismo policial: se juzga hacía lo predecible por comodidad, por ni siquiera hacer un llamado”.