Cosecha Roja.-

La investigación del doble crimen de un padre y su hijo de seis años en Moreno avanza en una dirección clara: ajuste de cuentas. Al cuerpo de Domingo De Palma lo encontraron descuartizado, con un tiro en la cabeza y cubierto de cal en un descampado de Moreno, al oeste del conurbano bonaerense. Tres días después apareció Marquitos, su hijo de 6 años. Lo habían decapitado y tenía las manos amputadas.

“A todas luces se ve que no se trata de un homicidio simple. La hipótesis más firme que se sigue es la de la piratería del asfalto”, dijo a Cosecha Roja Mariano Navarro, el fiscal de Moreno que investiga el caso.

El mediodía del viernes, mientras el cuerpo de Marquitos era trasladado a la morgue judicial de General Rodríguez para las pericias, el hermanastro del chico estaba declarando en la fiscalía de Luján.

Leonardo De Palma había sido demorado el jueves.  Cuando los investigadores del caso fueron a su casa en San Miguel en búsqueda de información sobre su padre y su hermanastro, se encontraron con un semirremolque con pallets de venenos y fertilizantes presuntamente robados el 14 de julio por “piratas del asfalto” en un asalto tipo comando a una empresa de General Rodríguez.  Finalmente, después de declarar, Leonardo fue liberado.

 

Carolina De Palma, otra de las hijas de Domingo, defendió a su hermano: “No tiene nada que ver. Él fue a declarar porque estaba asustado por lo que le pasó a mi papá y quería que se supiera la verdad. Él desde chico aprendió a manejar los camiones y trabajaba con mi viejo cuando surgía algo. Se habla de que mi papá era un empresario pero era un laburante común y corriente”.

Carolina se muestra “desconcertada” cuando se le pregunta sobre la vinculación de su padre con la piratería del asfalto. “Entiendo que esto es una venganza por algo, pero no puedo saber por qué, por eso confío en que la justicia investigue y se sepa la verdad”, dijo a Cosecha Roja.

Para la hija de De Palma tampoco se trató de un secuestro: “Cuando desapareció mi papá no hubo un llamado pidiendo un rescate ni nada parecido. Tampoco cuando encontraron el cuerpo y todavía buscábamos a Marquitos”.

Fuentes de la investigación consultadas por Cosecha Roja aseguran que ya están identificados los enemigos del hombre asesinado y revelan que, de tratarse de un ajuste de cuentas relacionado a la piratería del asfalto, De Palma se habría vinculado a este negocio ilegal recientemente. “Tal vez era un principiante. Se metió con algo que no sabía”, dijo una fuente policial.

“La investigación ahora avanza para develar dónde estuvieron secuestrados. Eso nos va a permitir avanzar sobre quienes están detrás del crimen. Los cuerpos fueron arrojados en esos lugares pero a ellos los mataron en otro lado”, aseguró el fiscal de Moreno.

Según los peritos médicos, De Palma fue asesinado de un tiro en la cabeza entre el sábado 21 y domingo 22 de julio pasados, mientras que el chico fue mantenido cautivo y con vida hasta la aparición del cuerpo desmembrado de su padre, el martes 24.

Marquitos murió desangrado cuando le cortaron la arteria carótida y la vena yugular, que atraviesan el cuello. Posteriormente, los homicidas le amputaron las dos manos. Para los peritos, la mutilación fue para dificultar la identificación del chico. Por esola Policíacientífica siguió trabajando en el descampado de Del Cañón y Centenario en la búsqueda de esas partes del cuerpo. Todavía no habrían aparecido.