Ayer la tierra tembló. Como tantas otras veces el movimiento feminista ganó la calle. Esta vez con un fuerte carácter político y sindical y una particularidad: la marea verde llegó hasta las puertas del Congreso. Ahí donde en un mes comenzará a debatirse el proyecto de ley de interrupción voluntaria del embarazo. ¿Qué cambió en Diputados después del 8M? ¿Estamos hoy más cerca que ayer de una ley que garantice el aborto seguro, legal y gratuito para todas las personas gestantes?

pandilla-16Foto: Cobertura del colectivo Pandilla Feminista
La  iniciativa lleva la firma de 71 legisladores y legisladoras de ocho bloques diferentes. En voz baja algunas diputadas calculan alrededor de 90 votos positivos y un número apenas mayor de negativos. Otras cuentan que ya son más de 110 los diputados que apoyan el proyecto. En el medio hay entre 60 y 70 que todavía no emitieron opinión o están indecisos. La contundencia de la marcha por el Paro Internacional de Mujeres, Lesbianas, Travestis y Trans y el debate público está influyendo directamente sobre ese grupo, que ya comenzó a inclinar la balanza a favor del proyecto.

El diálogo entre los diferentes bloques es permanente. “Hay muchos diputados que te dicen: ‘yo históricamente estaba en contra y ahora estoy dudando’”, contó una legisladora. “Sobre todo lo vemos en el bloque del Frente Renovador”, agregó. Algunos que al comienzo apoyaban tímidamente hoy se manifiestan públicamente a favor.

“No es que cambiaron de opinión, son los diputados que antes estaban indecisos”, explicó Victoria Donda, del monobloque Libres del Sur. “La influencia de la movilización y el debate social que se genera son decisivos a la hora de debatir”, agregó.

“Los diputados y diputadas tienen convicciones y creencias propias pero siempre tienen un ojo puesto en lo que pasa en la sociedad. La contundente y masiva movilización de mujeres de ayer es un empuje enorme para que los indecisos se vuelquen a discutir desde otra visión”, dijo la diputada Lucila De Ponti. El  Movimiento Evita es uno de los dos bloques (junto al Frente de Izquierda) en el que todos sus integrantes votarán a favor.

“La discusión que está instalando influye”, sostuvo la diputada Cecilia Moreau, del Frente Renovador. “La marcha de ayer sin duda es un apoyo al proyecto de interrupción voluntaria del embarazo pero también hay que respetar a las que marcharon y no están de acuerdo”.

La clave está puesta en lo que suceda en el oficialismo. El interbloque Cambiemos tiene 108 bancas, de las cuales 39 pertenecen a la UCR. “Muchos de los diputados de ellos son los más activos, sobre todo los radicales. Están encabezando y militando el proyecto”, contó una diputada opositora.

La cordobesa Brenda Austin, de la UCR, es una de las diputadas oficialistas que encabeza el proyecto. “Es indudable que hay un vínculo estrecho entre lo que pasa afuera del Congreso y adentro. El crecimiento del movimiento de mujeres en las calles argentinas y que el presidente lo haya puesto en el discurso de apertura de sesiones ha logrado permear en la agenda del Congreso”, explicó.

Austin lo grafica con un ejemplo: cuando comenzó el debate por la ley de paridad de género parecía imposible que se convirtiera en ley. El movimiento feminista logró que se aprobara con una mayoría contundente: 165 votos a favor, 4 negativos y 2 abstenciones. “Las chances que teníamos en ese momento de aprobar la ley paridad eran mucho más bajas que las que hoy tenemos respecto al aborto”, sostuvo.

La presión popular incide en los legisladores a la hora de votar, pero también lo hace el lobby de la Iglesia y los grupos antiaborto. El feminismo ya ganó en la calle. ¿Podrá ganar ahora en el Congreso?