victorjardineroludmilaCosecha Roja.-

Ludmila tiene 15 años, vive en Tortuguitas y estuvo desaparecida una semana. Hoy detuvieron a Víctor Grados Vilca, el jardinero que estaba prófugo y acusado de haberla seducido por Facebook. En los medios volvió a encenderse la polémica sobre si hay que aumentar o no el control del uso de Internet que hacen los adolescentes. La paranoia con las redes sociales opera del mismo modo que “en el Siglo XIX funcionaba el terror al asesino serial en el espacio público”, dijo a Cosecha Roja el sociólogo Luis Alberto Quevedo.

“¿Dónde está el peligro en la gran ciudad?”, se preguntó. Facebook y Twitter -las redes más populares en Argentina- funcionan como un espacio público, un lugar de encuentro, un espacio de iguales en donde se vinculan conocidos y desconocidos. “Todo eso que pasa en la calle, ahora ocurre en la web”, dijo el sociólogo.

La discusión no es nueva. Cuarenta años atrás el debate era si había que prohibir la TV a los chicos. Para Quevedo, la televisión no es un aparato, es un lenguaje. “Lo mismo pasa con Facebook: confundirlo con una herramienta de internet es no entender que es el lazo social de buena parte de los jóvenes”, explicó.

En este caso el debate se reavivó porque la familia denunció que Grados Vilca engañó a Ludmila por Facebook. El hombre tenía un perfil falso en el que se llamaba “Rodo” y simulaba tener 25 años. Durante cinco meses él y la adolescente chatearon. Hace una semana ella desapareció y desde que empezó la búsqueda los investigadores sospecharon que era un caso de ‘grooming’.

“El delito es contactarse con un menor de edad a través de una red social – generalmente con una identidad falsa-. Muchas veces la finalidad es encontrarse a solas con el menor y otras, si se establece un vínculo de mucha confianza, les piden imágenes propias de desnudez que configuran la base de pornografía infantil casera del pedófilo”, explicó a Cosecha Roja la perfiladora criminal Laura Quiñones Urquiza.

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Víctor tiene 45 años y es peruano. La policía lo detuvo ayer a la tarde en San Isidro. Minutos antes, dos hombres habían ido a la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de Delitos Conexos a la Trata de Personas y la Violencia de Género de ese partido a preguntar en qué estado estaba la causa. Cuando salieron, los detectives de la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) los siguieron y descubrieron que el destino final era el auto en donde estaba el prófugo. El hombre es jardinero en el country “Galápagos” de Pilar. El fiscal Marcelo Viani le imputará los delitos de abuso sexual, corrupción de menores y privación ilegal de la libertad.

La discusión sobre el uso de las redes y los adolescentes es universal. Uno de los youtubers más famosos de Estados Unidos, Coby Persin, subió un polémico video intentando “concientizar” sobre el grooming que tiene más de 34 millones de visitas. El conductor creó un perfil falso, conquistó a tres adolescentes y las invitó a una cita. Cuando ellas llegaron, las esperaban los padres para retarlas. Les gritaron y les reprocharon haber caído en la trampa.

“Lo peor que podemos hacer con un hijo es aplicar el control policial familiar”, dijo Quevedo. Nada menos útil que la punición y la prohibición: el video muestra el fracaso de los padres. Para él lo importante es afianzar los vínculos que tienen con los niños y jóvenes las maestras y maestros, los padres. “Los pibes son muy cuidadosos, mucho más de los que uno está dispuesto a atribuirles. El tema no es la web, el tema siguen siendo las relaciones sociales”, agregó.