El Rubio del PasajeCosecha Roja.-

Un juez de control declaró la nulidad de la elevación a juicio del caso de Facundo Rivera Alegre que está desaparecido desde febrero del 2012 en Córdoba. Pero no es eso lo que le importa a Viviana Alegre, la mamá del pibe de 20 años: “Acá lo que falta es gente en el banquillo de los acusados: están cubriendo a los narcopolicías”, dijo a Cosecha Roja. Fue lo poco que pudo decir. El resto se lo reserva porque, denuncia, tiene los teléfonos pinchados y a la nuera y nieta amenazadas.

La investigación la hizo, casi toda, el fiscal Alejandro Moyano. El “Rubio del Pasaje” -así le decían- desapareció un domingo a la madrugada, después de estar con la banda cuartetera de Damián Córdoba, el mismo que el conductor Jorge Rial denuncia que salió con su ex: la Niña Loli (Mariana Antoniale). El fiscal sostuvo que esa noche los pibes de la banda le pidieron a Facundo que les fuera a comprar cocaína a lo de “Los Colela”. Querían tener para el viaje de vuelta. Siempre hacían eso, siempre mandaban a los fans a conseguirles de la buena. La hipótesis indica que Facundo fue hasta el barrio Maldonado, que se encontró con Pablo y Kevin Reartes, que compró 50 gramos y que tenía que pagar una deuda. Y sigue: entonces se desataron las piñas porque el Rubio les dio un billete de 100 dólares falso y Kevin le pegó un tiro en la cabeza. El Rubio se redujo a un cuerpo que llevaron envuelto en una frazada hasta el cementerio. Como un empleado les dijo que todavía no podían cremarlo, lo guardaron en una tumba y lo hicieron cenizas unos meses después. Los dos pibes, hijos de María del Carmen “la Colela” y parte del mundo narco de Maldonado, están detenidos.

Viviana sostiene otra hipótesis. Una que no puede contar del todo porque quiere respetar el secreto de sumario, porque dice tener el teléfono pinchado y porque, antes, precisaría que le den una protección de testigos que funcione. Las amenazan personal y telefónicamente a ella y a su nieta y nuera (la hija y la novia de Facundo)  Cuando piden ayuda al 101 no se acerca nadie.

“Según lo que dicen, Facundo es el único culpable de su propia desaparición: es ridículo”, dijo. Viviana sostiene que su hijo no está cremado, que si estuviera tendrían datos más contundentes para demostrarlo. Recién en febrero, a dos años de la desaparición, la familia accedió a dos de los dieciocho cuerpos del expediente.

Viviana considera que los detenidos son actores secundarios y que los principales están libres. “Hay tres grandes familias que están metidas en el negocio. Quien le pega el tiro es un comisario relacionado con la banda de Damián Córdoba y ellos tienen protección policial y política”, explicó Viviana. “El policía Jacobo Pompas nos dijo que nos vayamos, que, si no, nos va a pasar lo mismo que al Rubio. Si él sabe qué le pasó a mi hijo. ¿Por qué no lo dice?”, preguntó.

Uno de los narcopolicías presos, Rafael Sosa, antes de ser detenido colaboraba con la investigación. Alejandro Moyano hoy es Fiscal General de la Provincia y, para Viviana, es la mayor evidencia: es el premio que le dieron por proteger la trama de narcopolicías, por limpiarlos.

Viviana desarrolló la paciencia. “Hay cierta ineficiencia en la investigación y por eso anulan el pedido pero pero sabemos que el caso finalmente se va a elevar”, dijo. Desde hoy, hay 10 días para que vuelvan a indagar y resuelvan la situación procesal. En agosto hay prevista una jornada provincial con más de 30 actividades para visibilizar que se cumplen dos años y medio y que no hay pistas de dónde está Facundo.