Por Redacción – Diario Clarín

Luego de ocho meses de investigación, la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) detuvo a cinco integrantes de una banda narco que se encargaba de mandar cocaína a Sudáfrica a través de mulas.

La organización era liderada por un ciudadano nigeriano y tenía como piezas clave a un agente y a un ex agente de la PSA, más precisamente del área Unidad Antiterrorista, quienes garantizaban que la cocaína subiera a los aviones sin pasar por los escáners .

“El sistema era ingenioso y simple: la mula llegaba al aeropuerto sin la droga, hacía Migraciones y Aduana y se encontraba con el agente de la PSA en el baño del área del Free Shop. Este le entregaba la cocaína en un bolso y la mula se subía al avión”, contó a Clarín una fuente del caso.

En la causa, a cargo del juez federal de Lomas de Zamora Carlos Ferreiro Pella y el fiscal Alberto Gentilli (con jurisdicción sobre el aeropuerto), constan escuchas donde se detalla ese “modus operandi”.

Sin embargo, para lograr las cinco detenciones fue fundamental la participación de un agente encubierto: un funcionario de la PSA que les hizo creer a sus compañeros que estaba colaborando con ellos.

Todo se precipitó el domingo cuando la banda le encargó al agente encubierto su primer trabajo.

Se reunieron por la tarde con él en una estación de servicio cercana al aeropuerto, sobre la autopista Riccheri, y le entregaron un bolso con siete kilos y medio de cocaína.

Monitoreado permanentemente, este agente encubierto fue al aeropuerto y en el baño del sector del Free Shop le entregó el bolso a un ciudadano sudafricano, ya a la noche.

Cuando la mula salió del baño, fue detenida y, en simultáneo, fueron capturados también en la estación de servicio tres hombres: el agente de la PSA en actividad, el ex agente (que había pedido la baja hace unos tres años) y un tercer sospechoso cuya función en la organización aun no se estableció.

Paralelamente, la fuerza también detuvo en su casa al ciudadano nigeriano que se encargaba de organizar las mulas y actuaba como jefe de los funcionarios de la PSA, que cobrarían por cada envío unos 3.000 dólares.

Foto: Radio San Antonio.