Fusiló por la espalda a un pibe que robó un monedero

El chico tenía 17 años. Estaba desarmado. El subcomisario Francisco Olivares custodiaba un camión de gaseosas vestido de civil y le disparó sin dar la voz de alto.

Fusiló por la espalda a un pibe que robó un monedero

Por Cosecha Roja
01/11/2019

Por El Ciudadano.- Foto: Aire Digital

El asesinato de un adolescente de 17 años que este martes recibió un tiro en la espalda cuando corría desarmado por el barrio Guadalupe de Santa Fe quedó registrado en cámaras de seguridad. Las imágenes, sumadas a declaraciones de testigos, hicieron de marco legal para que los fiscales Ezequiel Hernández y Martín Torres imputaran al policía de 43 años que le disparó, por graves delitos que prevén prisión perpetua. Este jueves, el inspector Francisco Aldo Olivares quedó acusado de homicidio calificado por el uso de arma de fuego, por alevosía y por haber abusado de su función como miembro integrante de una fuerza de seguridad. El sábado tendrá lugar la medida cautelar donde pedirán la prisión preventiva.

El fiscal Hernández reconoció que se trata de un caso típico de gatillo fácil, término que aclaró es informal y no legal, ya que el inspector Olivares disparó contra un joven que estaba desarmado y de espaldas, sin dar la voz de alto, ni identificarse como policía, cuando se encontraba realizando un servicio informal de custodia y sin uniforme.

En relación a los antecedentes que carga el uniformado, quien al parecer ya estuvo varias veces en disponibilidad, el fiscal aclaró que no puede dar detalles hasta el sábado próximo que se realice la audiencia de medida cautelar. La misma respuesta dio cuando le consultaron sobre los detalles de la mecánica del homicidio, que se desencadenó cuando el adolescente asesinado le sacó el monedero a una señora mayor, que se lo entregó sin resistirse.
Por la espalda

La audiencia imputativa se realizó este jueves por la mañana en los tribunales provinciales de la capital provincial. Los fiscales dijeron que el homicidio de Lautaro Saucedo, de 17 años, ocurrió alrededor de las 10.30 del martes en inmediaciones de Risso al 2200, de barrio Guadalupe.

Hernández y Torres acusaron al subcomisario Olivares de tomar posición de disparo y apuntar a Saucedo cuando el muchacho corría en dirección este por la vereda norte de calle Risso. Agregaron que muñido de su arma reglamentaria calibre 9 milímetros, el policía le disparó una sola y certera vez al adolescente, en la zona lumbar, herida que le costó la vida cinco horas después.

“Su accionar fue con alevosía y abusando de sus funciones”, dijeron los fiscales quienes aclararon que el joven asesinado –hijo de un policía– se encontraba de espaldas al subcomisario imputado y a unos 50 metros de distancia.

Agregaron que antes de disparar, Olivares “no se identificó como personal policial, ni tampoco dio la voz de alto”, con lo que concluyeron que el subcomisario inspector “actuó sobre seguro, en forma arbitraria y violando los deberes propios de su función de miembro integrante de una fuerza de seguridad”. El juez José Luis García Troiano aceptó la calificación penal.

La vida por un monedero

Lo que motivó la brutal reacción del policía que mató al adolescente fue un episodio menor en proporción al desenlace letal que enlutó el barrio Guadalupe en plena mañana. El chico, sin ningún tipo de arma blanca ni de fuego, le quiso robar una bolsa a una mujer de 73 años que caminaba por la vereda. “Dame la bolsa”, le dijo a la señora mayor, que como no llevaba nada de valor le ofreció su monedero sin ningún tipo de resistencia. Entonces el joven se marchó a pie, sin más. En ese momento, el subcomisario Olivares, que realizaba la custodia irregular de un camión de gaseosas con ropa de civil, advirtió la secuencia y mató por la espalda al adolescente cuando se marchaba a pie. La mecánica completa de los hechos quedó registrada en varias cámaras de seguridad y fue corroborada por testigos.

La hija de la señora mayor que entregó el monedero contó a medios periodísticos que su mamá quedó muy angustiada por lo ocurrido: “Llora mucho por la situación que vivió. Más que nada por la muerte del chico porque ella se siente culpable. Si bien el chico actuó mal, y lo que hizo no se tiene que hacer, a nadie le gusta ver morir a una persona”, relató.

Los padres del adolescente asesinado asistieron a la audiencia imputativa visiblemente conmovidos.