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Sonia Marisol Molina, la mujer que denunció haber estado tres meses secuestrada, habló en exclusiva con La Brújula 24 y relató cómo eran las torturas a las que era sometida por parte de la periodista Estefanía Heit y su marido, Jesús Olivera.

Molina, desde la habitación N° 4 del Hospital Municipal de Coronel Suárez, contó que durante su cautiverio en la vivienda de Gran Bourg 1823 “me echaban aerosoles en los ojos. Insecticidas y de esos desodorantes Glade que van pegados en la pared. Era para que no viera, porque se les ocurría o para joderme la existencia”.

En relación a las lesiones que tiene en los pies, la mujer dijo recordar que “son quemaduras que me las hacían con encendedores”.

Además, sobre las secuelas físicas, Molina indicó que “me van a seguir haciendo estudios porque todavía tengo muy inflamada la zona de los oídos, tengo como un zumbidito. Ellos me pegaban con los codos”.

Durante el dialogo que mantuvo en las últimas horas con LB24, la joven sostuvo que bajó 20 kilos y que ahora los médicos le insisten para que se alimente bien. En relación a los abusos sexuales, que denunció ante la policía suarense, la mujer no quiso hacer ningún tipo de referencia.

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Por último, Molina le confirmó a LB24 que cuando reciba el alta quiere regresar a su pueblo. “Cuando salga de acá, me voy a ir para (Río) Colorado”.