Cosecha Roja.-

Para un juez de Girona, España, la muerte de Juan Pablo Torroija fue un suicidio y no hay más que investigar. Para los familiares del okupa argentino, el proceso tuvo irregularidades que aún no han sido aclaradas y que los hacen pensar en que se trató de un homicidio a manos de los Mossos d’Squadra. Por ahora, la causa está cerrada.

El abogado de la familia Torroija, Benet Salellas dijo que “cuando alguien muere bajo custodia policial, hay que investigar”. El problema es que el Juzgado de Instrucción N.º 4 no permitió que los allegados al argentino, de 41 años, participaran en el proceso como parte querellante, por lo cual no pudieron aportar pruebas o hacer veeduría de la investigación oficial.

Según Florencia Mazzadi, amiga de los Torroija, “El poder judicial de Girona no quiere revelar las pruebas que demuestran la hipótesis del suicidio. El juez no aceptó que la familia fuera querellante en el caso y tampoco aceptó la acción popular que presentamos hace 14 días. No pudimos acceder al video ni a las evidencias que dicen tener”.

Diarios españoles como El Mundo publicaron que el juez tomó la decisión de cerrar la causa porque examinó un video de la calle Baciá, de Girona, donde queda la Comisaría a la que fue llevado Juan Pablo Torroija, y que allí se lo ve intentando ahorcarse con su propia camisa, como soga improvisada.

No obstante ese video, aún desconocido para los familiares, el abogado Salellas anunció que continuaran con el reclamo en instancias superiores: “No hay explicaciones claras de la Justicia española y nosotros queremos llegar a la verdad”, comentó.

Desde el 28 de julio, día en que se conoció la muerte del okupa argentino, ocurrida dos semanas antes, la Cancillería, con el consulado en Barcelona, ha insistido en que se abra una investigación con carátula diferente a la de “suicidio”, pues se debe tener en cuenta que la Policía de Girona debió informar de la detención del ciudadano argentino así como de su posterior muerte, en circunstancias confusas.

Los Mossos d’Squadra dijeron que a Juan Pablo Torroija lo detuvieron cuando intentaba abrir un vehículo para robarlo y que no opuso resistencia. Añadieron que se negó a hacer la llamada a la que tenía derecho y que trató de suicidarse en la celda.

Omar Torroija, reconocido empresario de Trelew y padre del okupa, ha dicho en declaraciones públicas que no cree en la hipótesis del suicidio de su hijo y que por eso “hay que llegar hasta el fondo de lo que sucedió, porque Juan Pablo fue víctima de apremios y maltratos en la Comisaría”. Dijo también:“Esta gente se ocupó de que mi hijo tuviera la muerte más indigna. Mi obligación como padre es dignificarlo. La reivindicación de su dignidad está buscando la justicia, que los que tienen que pagar paguen”.

Pese a los reclamos que los familiares hacen desde Argentina, apoyados por varios organismos de Derechos Humanos y la Cancillería, la versión policial fue aceptada por el juez de Girona, quien negó que hubiera indicios de una mala práctica por parte de los Mossos d’Squadra.