“¿Sabés qué pasa? Que el intendente de Olavarría es de no creer. Nos cobró 4000 pesos por puesto cuando nunca, en ningún concierto del Indio nos cobraron a los puesteros, a los busca. No quiso que armen puestos en las veredas pero al final se armaron”. Marcelo y su esposa Stella son de La Boca. Él, hermano e hijo de desaparecidos, es plomero matriculado. Ella, profesora de Artes Plásticas. Cuando no tienen laburo en lo suyo, que ahora es la mayor parte del tiempo, se dedican a las changas, venta de comida en puestos y artesanías. “Las cuatro lucas se las queda el Municipio. A cambio te da luz y agua”, explicó.

Foto: Gentileza Diario El Tiempo

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Hace dos décadas, Olavarría era una ciudad pujante. Hoy está dividida. Hay muchas personas que viven en barrios de clase alta, muchas muy pobres. Entre ellas, una clase media, homogénea, que se las rebusca como puede. Son ex trabajadores de cementeras como Loma Negra o Cementera San Martín y que hace más de una década fueron despedidos e indemnizados. “Hoy en Loma Negra trabajan unas 200 personas cuando antes había muchísimas más. El resto o cobró o se hizo de una jubilación o pensión y se dedicó al rubro de remisería, kiosco o moto mandados”, contó a Cosecha Roja la periodista Claudia Rafael. Muchas de esas personas viven en el camino al predio La colmena, donde se realizó el concierto. “Las clases más sectarias y conservadoras de la ciudad, en los meses previos al recital, estaban preocupadas por lo que harían ‘con las toneladas de mierda que iban a dejar las ordas salvajes. Los otros, en cambio, los más afectados por la crisis pensaron en cómo hacer unos pesos. La gente alquilaba habitaciones a precios siderales. Sé de familias que cobraron 8000 pesos por el alquiler de una habitación una noche. Otras 4 mil”, dijo.

Olavarría

La ciudad de Olavarría tiene 110.000 habitantes. Tres Olavarrías más se sumaron la noche del 11 de marzo. Con la fantasía de abastecer a todas esas gargantas, tres días antes de la presentación, sobre la calle Avellaneda ya había gente, propia y de afuera, vendiendo alcohol. Comprensible dado el parate comercial que afecta a la ciudad. “Todos los días recibimos gente que no da más por los ajustes, que tienen aumento en la luz, en el gas. Acá hubo una caída en la producción de cemento, a lo que se suman 500 suspendidos en la cerámica Cerro Negro” dijo a Cosecha Roja Saúl Bajamón, concejal del FPV de la organización MILEs. “Olavarría es una de las zonas más frías del país, por eso el gobierno tuvo que bajar el precio del gas. A nosotros llegan jubilados a los que en enero y febrero les llegaron facturas de 1500 pesos. En Olavarría se cobra el impuesto a la piedra. Es un extra que se ve reflejado en una ciudad con muchos servicios. Es una ciudad muy limpia. Pero por abajo hay otra Olavarría que está sufriendo el ajuste”.

El periodista Guillermo Coria de Radio Cadena 103 contó a Cosecha Roja que muchos puestos contaban con el comprobante de la municipalidad. “Se suele cobrar un dinero por eso pero también hubo avivados que pasaban a cobrar una “coima” de 1500 pesos a personas que estaban vendiendo en la calle. Un puesto en una esquina levantó más o menos 30 mil pesos. Como mínimo había diez ambulantes por vereda”.

Una fuente del municipio dijo a Cosecha Roja que desde la oficina de Habilitaciones Municipales aún no le entregan la documentación. “Los vecinos nos dijeron les cobraron  a unos 8 mil pesos y a otros 4 mil. Tenemos una foto del comprobante aunque en muchos casos no se les dio nada. Hay un caso de un puesto que es de un funcionario municipal, que es otra irregularidad importante”.

Según Bajamón la única reunión que existió con la Municipalidad en relación con el concierto fue la declaración de ciudadano ilustre para el Indio Solari.  “No intervenimos ni en la habilitación del evento ni en ninguna determinación en Concejo Deliberante. La decisión la tomó el intendente Galli. Tuvimos una reunión con la productora para interiorizarnos en la organización del recital. Con ellos se pactó el precio de los puestos oficiales. Según la cercanía y acceso de la gente fue de 4 mil y 8 mil pesos. Los vecinos podían acercarse a la Municipalidad y obtener comprobantes. Escuchamos denuncias de vecinos que pagaron, pero no se les dio el comprobante”

La gente trasladada en camiones, el problema de los que todavía no aparecen también está conectada con el tema económico puesto que la zona habilitada para los micros se llenó de vendedores ambulantes y puesteros. “Hay que hacer una comisión investigadora para explicar todas estas supuestas irregularidades. Si la municipalidad fue garante, el intendente debió  tener el aval del consejo·, explicó Bajamón.