Las chicas de San Pedro sueñan con esa noche durante todo el secundario. Compran los vestidos, van a la peluquería para que las peinen y maquillen. Terminar la escuela tiene festejo doble. Además del egreso, tienen la Cena Blanca. Todo el pueblo se reúne frente a la iglesia para celebrar el fin de una etapa, esos jóvenes se convierten en adultos. Ellas, por esa noche, son princesas. Siempre quisieron serlo pero Romina no pudo. Estaba presa.

La historia de Romina Tejerina quedó plasmada para siempre en el documental La Cena Blanca de Romina. El film cuenta su historia y las polémicas que desató el caso. Cuenta también cómo se fortaleció del movimiento feminista en Jujuy y el revisa el debate sobre el aborto legal, seguro y gratuito.

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Los realizadores, Francisco Rizzi y Hernán Martín, tomaron el caso de Romina como puntapié para mostrar lo que pasa en San Pedro y los diferentes discursos que se producen. Por un lado el movimiento feminista que se consolidó junto al desarrollo del caso judicial. Del otro, la sociedad conservadora que culpa a las víctimas representada en los testimonios de la Iglesia y del Intendente.

– Si mi hija me dijera ‘Papá, me violaron’ yo le diría ‘hija, papá no es tonto’, dice en el film Julio Carlos Moisés, mandatario de la ciudad.

El caso de Romina sacudió a la comunidad jujeña y a todo el país. En 2002, cuando tenía 18 años, un amigo de su padre la violó y quedó embarazada. Ella lo ocultó. Casi nueve meses después parió sola a una beba prematura en el baño de su casa y la mató. En su cara sólo veía al violador. Al abusador lo absolvieron en 22 días y en 2005 la justicia la condenó a 14 años de prisión. En 2012, días después de su cumpleaños 29, la liberaron.

“Lo más interesante es cómo utiliza los diferentes discursos”, dijo a Cosecha Roja Agustina Frontera, miembro de Ni Una Menos. El documental reúne testimonios de los sectores involucrados en el caso, la salud, la justicia, la iglesia católica y la sociedad jujeña. “El guión pone a la violencia contra las mujeres dentro de hechos encadenados que los medios no narran, le da un contexto”.

El poder de la iglesia católica en la sociedad, los discursos que culpabilizan a las víctimas, los estándares bajo los que se crían los varones y mujeres de un pueblo conservador son las aristas que aborda La Cena Blanca de Romina. “Hacia el final, el film también plantea la culpabilización de la diversión. Las mujeres no pueden salir a divertirse, si lo hacen son ‘busconas’”, contó Frontera, que escribe en LatFem.

Romina Tejerina

En el documental, los realizadores muestran también el avance del movimiento feminista  no sólo en Jujuy sino también en todo el país. La liberación de Romina cinco años antes de que se cumpla la condena fue, en parte, un logro de la movilización popular. “Hoy el movimiento de mujeres puede enfrentarse de otra manera estos casos. Si se diera ahora, la respuesta sería inmediata”, dijo la periodista.

Durante la última marcha de #NiUnaMenos para promocionar el film los realizadores pusieron un telón dorado, como cortina de cumpleaños de 15 con el nombre del documental. Los manifestantes podían acercarse y sacarse una foto, posando con un cartel que decía “Yo también soy Romina”.

El proyecto nació en 2007 y se estrenó hoy en el cine Gaumont, Av. Rivadavia 1635. Podrá verse hasta el miércoles 28 de junio.