Rui Ferreira- Miami. El Mundo.-

Son silenciosos, invisibles para los radares y en su interior pueden transportar unas 12 toneladas de cocaína. Los ‘narcosubmarinos’ son la forma preferida de contrabando de los narcotraficantes colombianos y tienen a las autoridades estadounidenses prácticamente contra la pared en aguas del Mar Caribe y el Océano Pacífico.

Hace dos semanas, los Guardacostas estadounidenses, junto a la Armada hondureña, capturaron en el Caribe el trigésimo ‘narcosubmarino’ detectado en los últimos seis años.

El jueves, los Guardacostas informaron en un comunicado que el 30 de marzo dos embarcaciones suyas localizaron el submarino navegando en la parte occidental del Caribe, a unas 150 millas náuticas al norte de Honduras. Los agentes detuvieron a cuatro hombres, que fueron trasladados a Miami donde han sido acusados de contrabando de narcóticos. Sus nombres no han sido revelados porque las investigaciones siguen, explicó el comunicado.

Sin embargo, las autoridades entregaron una foto del hundimiento del submarino narco, donde se ve la proa pintada con unos dientes de tiburón. Al mismo tiempo, divulgaron un vídeo con la captura de otro submarino, el 17 de septiembre pasado, en la misma zona.

Cuando los submarinos comenzaron a aparecer en los radares de las embarcaciones de los Guardacostas, los oficiales estadounidenses pensaron que era algo gracioso. “Cuando me informaron, pensé que era una tontería”, dijo recientemente el ex general Barry McCaffrey, quien era a la sazón el jefe del Comando Sur de Estados Unidos, con jurisdicción en Sudamérica y el Caribe.

Ahora, ya retirado tras haber sido el ‘zar antidrogas’ de la Casa Blanca durante la administración de Bill Clinton, McCaffrey ha cambiado de idea. “Los submarinos se han vuelto otra forma más de traficar en grandes cantidades, con la ventaja de que son difíciles de detectar. Parecen ser la forma preferida de los narcos para transportar las drogas”, dijo el oficial.

Los ‘narcos’ usan los submarinos en dos rutas básicas, en el Océano Pacífico y en el Mar Caribe, para transportar las drogas hacia Centroamérica y el Golfo de México. En los últimos seis años han sido capturados 26 en el Pacífico y cuatro en el Caribe. Todos ellos transportaban un promedio de entre 10 y 12 toneladas de drogaspor un valor total de 5.300 millones de dólares.

La inteligencia estadounidense recibió las primeras informaciones de que los narcotraficantes colombianos estaban construyendo submarinos en 1990, durante los interrogatorios a dos ‘narcos’ capturados en una embarcación en el Pacífico. Pero hasta el año 2006 no vieron la primera embarcación.

Lentos, pero baratos

“Lo encontramos en la Costa Oeste (de Estados Unidos). Era colombiano y estaba a cargo de dos ingenieros rusos. Me imagino que fueron ellos quienes lo diseñaron, estarían desempleados y los ‘narcos’ los contrataron. Cuando me lo dijeron pensé que era la mayor tontería que había escuchado en mi vida”, recuerda McCaffrey. Pero no lo fue. Ahora, los ‘narcosubmarinos’ son el mayor dolor de cabeza que los Guardacostas tienen en las operaciones contra el tráfico de drogas.

Los submarinos son construidos en las selvas colombianas y ecuatorianas en lugares muy difíciles de detectar desde el aire. En el 2010, las autoridades de Ecuador encontraron un astillero improvisado cerca de la costa.

Una vez en el mar, también siguen siendo difíciles de detectar. El casco está hecho de fibra de vidrio, navegan con la mayor parte sumergida y se orientan con un improvisado periscopio, lo que los hace invisibles a los radares. Tienen unos 30 metros de largo, son muy estrechos y en su interior apenas cabe la droga y tres o cuatro tripulantes. El interior es tan espartano que no tiene ni un ventilador. El aire entra por un tubo colocado en paralelo al periscopio.

Tampoco son rápidos, navegan a unos seis nudos por hora. Pero las baterías del motor eléctrico alcanzan distancias considerables, entre 5.000 y 10.000 kilómetros. Y son baratos, tanto que son construidos apenas para un viaje de ida. Cuando llegan a su destino los hunden y los tripulantes regresan por vía terrestre a Colombia.

Las autoridades calculan que cada submarino cuesta un millón de dólares construirlo. Pero teniendo en cuenta que el valor de la carga puede alcanzar hasta los 180 millones, para los ‘narcos’ ese precio no representa mucho.