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El Universo-.

Un total de 324 personas detenidas y 24 policías y 50 jóvenes lesionados es el saldo de las movilizaciones convocadas este jueves por los estudiantes en Chile en demanda de una educación pública gratuita y de calidad, según balances entregados por la Policía y observadores de derechos humanos.

Además el ingreso no autorizado de los carabineros a la Casa Central de la Universidad de Chile provocó el rechazo masivo por la violación de la autonomía universitaria

En un informe previo se señaló que había 30 detenidos en la región metropolitana de Santiago, cuatro policías heridos por pedradas y unos 20 jóvenes lesionados tras el ingreso no autorizado de la Policía a la Casa Central de la Universidad de Chile.

Sin embargo, esta noche observadores de derechos humanos dijeron a Efe que “al menos 50 jóvenes quedaron hoy con diversas lesiones” en los disturbios registrados durante la multitudinaria marcha, la mayoría al interior de esa universidad.

En la capital chilena, los incidentes más graves estallaron en las inmediaciones del Centro Cultural Estación Mapocho, cuando un grupo de encapuchados se separó de la marcha y comenzó a lanzar piedras y bombas de tipo molotov a la Policía.

Los incidentes se trasladaron más tarde a la Casa Central de la Universidad de Chile, ubicada a dos manzanas del Palacio de La Moneda, sede del Ejecutivo, donde decenas de carabineros ingresaron sin autorización al edificio para detener a los estudiantes que se manifestaban en ese lugar.

Según el informe policial, el ingreso se efectuó ante lo que calificaron de un “delito flagrante”, después de que a carabineros se le lanzaran elementos contundentes y bombas molotov a los carros policiales.

Sin embargo, el alto mando de Carabineros no descarta iniciar una investigación de ser necesario, tras la denuncia de violencia excesiva por parte de fuerzas especiales en contra de los manifestantes, en medio del rechazo a lo sucedido por parte de la autoridades de la Universidad de Chile.

El rector de esa universidad, Víctor Pérez, dijo a los periodistas que con el ingreso de la Policía “se ha roto una tradición de más de cien años de respeto a la Universidad de Chile”.

Pérez calificó como “inaceptable” la “brutal invasión hecha por Carabineros a las dependencias de Casa Central, golpeando y apaleando a nuestro estudiantes”.

El rector, que exigió la salida inmediata de la Policía, señaló que va a conversar con los asesores jurídicos de la universidad para ver que acciones se emprenderán de ahora en adelante a raíz de este ingreso a la casa central.

En tanto, Andrés Fielbaum, presidente de la Federación de Estudiantes de Chile (FECH), que repudió la acción de los uniformados dijo que estos ingresaron a la universidad y “golpearon a todo lo que se moviera”.

Fielbaum dijo, además, que al interior del inmueble se pueden observar grandes daños por el accionar de carabineros.

Los observadores de derechos humanos indicaron que a esto se sumó lo ocurrido a un estudiante del emblemático Liceo Barros Borgoño que fue arrastrado y agredido por los uniformados, pese a estar reducido. El joven debió ser trasladado hasta el hospital El Salvador, donde permanecía internado.

A las 21.00 horas decenas de estudiantes y padres y apoderados hicieron sonar sus cacerolas en el frontis de la Universidad de Chile, en repudio de la acción policial ocurrida horas antes.

Entre los manifestantes se encontraban los padres de los 29 jóvenes detenidos durante el ingreso a la Casa Central.

Sin embargo, algunos de los manifestantes intentaron tomarse una de las vías de la Alameda, la principal avenida que cruza la capital de oriente a poniente, lo que motivó el accionar de las fuerzas especiales de carabineros, apostada en el lugar con carros lanza agua.

Los estudiantes chilenos siguen exigiendo una educación pública, gratuita y de calidad que sustituya el modelo actual, implantado en 1981 durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).