mercedesCosecha Roja-. Pablo Ventosa, de 27 años, fue condenado por asesinar a golpes a Jonathan Villalba durante los festejos del día de la primavera de 2010, en Mercedes. El Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 2 lo condenó a 13 años de prisión por el delito de “homicidio simple”.

“Dentro de todo estoy conforme porque si bien a mi hijo no me lo devuelven, en este caso se hizo Justicia”, dijo a Télam Susana Nélida Iranzo, la mamá de Villalba.

El miércoles 22 de septiembre de 2010, cerca de las 2.30 de la mañana, Jonathan volvía caminando a su casa. Se los encontró de frente: eran entre cinco y siete chicos con los que se había peleado antes. Buscaban a sus amigos, cuenta la madre, pero lo agarraron sólo a él.

Tenían un hierro y armas blancas. Lo hirieron en la cabeza y en el torso. Y lo dejaron abandonado.

La hipótesis dice que alcanzó a refugiarse entre los pastizales cercanos a una fábrica abandonada,  y ahí quedó, inconsciente. Horas después se despertó y pidió ayuda. Un albañil lo escuchó y avisó a la Policía.

Alcanzaron a llevarlo a un centro asistencial. “Mami me caí, no me pude levantar porque eran muchos y me empezaron a pegar”, le dijo a su mamá antes de morir.

Durante el juicio, la fiscal y el abogado representante de la familia coincidieron en pedir 15 años de prisión para Ventosa. El defensor oficial pidió que la causa se encuadre como un “exceso en la legítima defensa” y, subsidiariamente, como “homicidio en riña”.

Durante el debate declararon los médicos legistas que practicaron la autopsia, peritos policiales, amigos de la víctima y de la familia.

La mañana después de la muerte Jonathan, un chico de 13 años fue judicializado, y se ordenó la detención de Ventosa. Pero el hombre se fugó, y no apareció hasta la noche del viernes. Ahí fue apresado en Moreno por efectivos de la Departamental de Investigaciones (DDI) Mercedes.

Otro chico de 13 años también fue aprehendido. Los dos menores quedaron alojados en institutos. Después quedaron en libertad por falta de pruebas.

Todos los meses, los amigos de Jonathan marchan en silencio o hacen shows de bandas para reclamar justicia.