tirso (1)Proceso-. La Policía Federal detuvo a Tirso Martínez Sánchez, vinculado al Cártel de Juárez, y a los narcos colombianos Víctor y Miguel Mejía Munera. Estados Unidos ofrecía cinco millones de dólares por su captura, según informó la Comisión Nacional de Seguridad (CNS).

Martínez Sánchez era compadre de Amado Carrillo Fuentes, “El Señor de los Cielos”, y de  Arturo Beltrán Leyva “El Barbas”. Además, está ligado al lavado de dinero en los equipos de futbol Querétaro, Irapuato y Celaya.

Según el diario Reforma, Martínez Sánchez, “El Futbolista”, era buscado por el Departamento de Estado de Estados Unidos desde el año 2000. En 2004, era propietario del club Irapuato junto con el joyero Kléber Mayer, hasta que la Federación Mexicana de Fútbol desapareció al Querétaro y al Irapuato, y les cerró las puertas a los hermanos Alejandro y Jorge Vázquez Mellado, que pretendieron revivir la primera de dichas franquicias.

Los Vázquez hicieron tratos con el presunto lavador colombiano Paul Solórzano o “Geovanni Ávila”.

Martínez Sánchez y Solórzano fueron señalados por un testigo en Estados Unidos como miembros de una red que lavaba dinero transfiriendo jugadores de Colombia en sociedad con la Promotora Internacional Fut Soccer, propiedad de Guillermo Lara. Una de esas transferencias fue la del colombiano Carlos Gutiérrez, del Millonarios de Medellín al Necaxa.

En un comunicado, la CNS informó que Martínez Sánchez fue detenido el 2 de febrero e internado en el Centro Federal de Readaptación Social No. 1, conocido como Altiplano, en el Estado de México.

“El Futbolista”, que cuenta con una orden de extradición, dirigía una organización independiente, trabajaba para diversos grupos delictivos en México y el extranjero, y tenía órdenes de aprehensión vigentes en México y Estados Unidos por delitos contra la salud. Además, es considerado responsable de introducir 76 toneladas de cocaína entre 2000 y 2003 a Estados Unidos.

La captura de Martínez Sánchez se realizó después de seis meses de trabajo de inteligencia. Fue detenido “sin realizar un solo disparo”.