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La “frontera sur se anorteñó”: La trágica historia de un activista que se volvió migrante sin rumbo en su propio país debido a la delincuencia organizada y la corrupción que abundan en la frontera sur de México.

Raúl Linares, Spleen Journal-.

Mira pilas de correos electrónicos abarrotándose en su bandeja de entrada, pero no los revisa todos. Desde que el pasado domingo 14 de junio abandonó el albergue migrante La 72, ubicado en Tenosique Tabasco, al reconocido activista de derechos humanos Rubén Figueroa la solidaridad le llega a raudales. Pese a los buenos ánimos que se atisban confiesa sentirse “exhausto”, “encerrado” y “rabioso”.

El 8 de junio, un integrante del grupo delictivo Los Zetas le exigió dejar de defender a los migrantes afanosamente o la desobediencia le costaría la vida. El enfrentamiento ya se había producido meses atrás pero ante el desacato, las cosas parecieron ir subiendo de tono. “No te metas con nosotros porque te van a encontrar embalsamado, ya lo verás, ya no te metas con nosotros”, le anunciaron.

Y en específico, ¿qué personas eran?

‒A uno de ellos le dicen el “Chino”; a otro el “Abuelo”, el “Anciano” o el “Ruco”, del otro no me sé ni su apodo, ni nombre.

Desde entonces evita dejar cualquier rastro de su paso. Camina por doquier, habita cualquier lugar del país, pero eso sí, procura andar lejos de la ruta del tren que ha definido los últimos ocho años de su existencia y en la que ha encontrado motivos para seguir adelante. El peligro igualmente lo ha distanciado del grupo con el que trabajó durante los últimos dos.

La tragedia comenzó a principios de 2013 cuando la delincuencia organizada inició el cobro de cuotas en el tramo que recorre el tren de Tenosique a Coatzacoalcos Veracruz. Por medio de una extensa investigación, documentación, presentación de pruebas y denuncia –penal y mediática– que elaboraron los responsables, voluntarios y huéspedes de dicha casa, dieron a conocer la implicación de maras y Zetas en las extorsiones y secuestros a inmigrantes durante sus primeros kilómetros recorridos en territorio mexicano.

Ante ello Rubén reconoce que en esos tiempos “hubieron enfrentamientos fuertes para sacar halcones, enganchadores y secuestradores” del albergue. Él mismo asintió participar en las “confrontaciones” que se suscitaron cotidianamente para defender a sus protegidos. “Trataba en todo momento de que el enfrentamiento lo tuviera yo, sabíamos que se íbamos a llegar al tiempo de que yo me tendría que ir, no así Fray Tomás”, haciendo alusión al líder del resguardo.

Aunque la persona que lo amenazó, junto con otras dos, fueron detenidas horas más tarde de producirse la amenaza y el propio comandante de la Policía Ministerial de Tenosique comprobó su vinculación con dicho cártel, la Procuraduría General de la República (PGR) lo liberó al día siguiente de interpuesta la denuncia.

“Coincidimos que la amenaza ya era latente, mucho más porque esta gente está ligada a Los Zetas. Con todo esto me vi obligado a salir de la zona. Corría un peligro muy fuerte y no hay garantías hasta el momento para que vuelva a hacer mi trabajo humanitario”, sostiene al lamentar no poder retornar a su labor. Abandono justo “en el momento en que las agresiones están más fuertes” y de las que pronostica, irán en escalada.

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Tenosique

Ubicado en la cuenca del Usumacinta, el municipio de Tenosique de Pino Suarez colinda naturalmente con el departamento de El Petén en Guatemala. El puerto fronterizo de El Ceibo que comunica a ambas naciones y localidades, apenas logra aislar ambos puntos por una distancia que oscila entre los 60 y 62 kilómetros.

La facilidad de acceso y salida de mercancías fue un rasgo que definió a la zona desde hace décadas. La inauguración de la aduana migratoria en el año 2009 se efectúo dado que existía bastante tráfico clandestino en zona; que, aunado a la grave situación económica de los países del sur, forjaron “una llave maestra para la migración” centro y sudamericana en su paso por México hacia los Estados Unidos.

Según un reporte de la Asociación Mexicana de Ferrocarriles, también diversos desastres naturales ocurridos entre 2005 al 2012 aseguraron esta situación, pues al inhabilitarse a cerca de 200 kilómetros de vías férreas y 23 puentes en el estado de Chiapas minó el acceso seguro y exitoso por la clásica ruta: Tapachula-Arriaga-Ixtepec. En el testimonio de varios habitantes temporales de La 72 entrevistados por el reportero a principios del año, confirmaron esta sospecha.

“Nos venimos por Tenosique, ya que por el camino de Chiapas tenemos que caminar o tomar camión. Es más fácil que te deporten, te enganchen o pierdas tu dinero”, señaló don Jesús, migrante hondureño que atravesó la zona a principios de año. En cambio, la vía tabasqueña que enlaza directamente a la región del Golfo tornó a este lugar en la primera parada migratoria y donde éstos han de abordar La Bestia más exitosamente.

Como un lugar rentable para los negocios legales o ilegales también, el propio Fray Tomás Gonzáles, líder del albergue La 72 en esa misma visita señaló que la ubicación y situación geopolítica de igual privilegia la vulnerabilidad del municipio a los embates del crimen:

‒Estamos en una frontera bastante descuidada. Aquí se trafica de todo, ya sea por río, aire o tierra. Aquí se trafican mercancías legales o ilegales: ganado, maderas preciosas, flora, fauna local y de otras regiones; por supuesto, también se trafican seres humanos. Definitivamente en esto, las redes están perfectamente organizadas y sobre todo solapadas por las autoridades.

Desde hace poco menos de un año Rubén Figueroa y otros activistas más comenzaron a detectar la proliferación sistemática de negocios ilegales, el acoso y ataque a hombres y mujeres migrantes por miembros del crimen organizado. Éstos fueron desde el asalto, las violaciones, el robo, el reclutamiento forzoso bajo amenazas de muerte; así como el tráfico humano, las extorsiones y desde luego el secuestro:

‒Comenzamos a ver una nueva modalidad de operar de estas personas. Comienzan a proliferar los negocios alrededor de las vías. Negocios que empiezan a lucrar con ellos y que empiezan a venderle hasta el cartón donde duermen. Dejar que ese tipo de negocios comenzaran a florecer en la zona, era como como si se sembrara la semilla del crimen organizado.

“Luego comenzamos a notar movimientos raros en la ruta, y nuevas acciones del crimen. Lo vimos desde hace diez u once meses atrás cuando comienzan a operar con nuevas modalidades, entre ellas, el cobro de cuotas a migrantes para poder transitar en el tren y el enganchamientos forzoso para hacerlos transitar. Y descubrimos que operan de la siguiente manera:

“‘Yo te cobro a ti cien dólares para poder subir al tren si no tienes familiares en el otro lado’. Pero si éstos llegan a saber que los hay y les pueden mandar dinero, entonces cambian el juego: ‘tú te vas a venir conmigo, yo te voy a traficar, yo te voy a guiar a la fuerza; tú te vienes aquí y yo voy a ser tu pollero sin que me lo solicites’. Aunque el migrante se resista y diga: ‘no, mis familiares me van a ayudar hasta que llegue de la frontera para arriba, aquí no necesito coyote’, de todos modos se los llevan a la fuerza.”

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Los ominosos indicios

El pasado 3 de marzo, luego de una visita que realizó Fray Tomás González, Rubén Figueroa y otros activistas más a las vías del tren que estaba a punto de partir, se produjeron las primeras amenazas. “Esa noche detecté a una persona que la tenemos como sospechosa de estar involucrada en los grupos delincuenciales y que están cobrando la cuota a los migrantes. De eso le informe a Fray Tomás y los voluntarios que en ese momento se encontraban ahí.”

Al siguiente día se le impidió a dicha persona acceder nuevamente al refugio, indicándole que por la seguridad de ellos y los migrantes hospedados no podía permanecer más adentro: “ya sé quién te dijo, fue Rubén, les advirtió molesto.

Intentó persuadir al encargado de la puerta para que le dijera quién lo había delatado ante el encargado, pero frustrado por recibir negativas, nuevamente volvió al ataque: “no importa que no me digas, yo sé que fue Rubén, lo traemos entre ceja y ceja, dile a tu amigo Rubén que le vamos a dar piso, ya los contactos saben“.

Hecha pública la denuncia, “y sobre todo por la presión internacional” que produjo la amenaza, el gobierno mexicano fue obligado a poner a un grupo de policías a cuidar el inmueble. A su vez, el 19 de abril la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) solicito al gobierno mexicano, la implementación de medidas cautelares para salvaguardar la vida de los responsables de La 72.

Pese a todo, las hostilidades no bajaron de tono y, aunque por semanas parecieron menguarse las hostilidades, surgieron nuevas y exhaustivas investigaciones. Ante éstas, Figueroa indica que encontraron cómo operaban, quienes eran “los cabecillas”, cómo trabajaban, cómo se movían, dónde se ubicaban los responsables. “Son bandas que se van nutriendo, que se van mezclando con las bandas de centroamericanos que empiezan a delinquir, todas ellas comandadas por el ‘Pájaro’ que es un Zeta mexicano que trabaja en la zona de Coatzacoalcos.

Añade: “Él sale de la cárcel e inicia a operar en la zona pero ya con una saña mayor, con una mayor fuerza. Es decir, inicia la operatividad que es el cobro de cuotas, la extorsión, el secuestro, algo que sucedía en la frontera norte desde hace muchos meses. En ese momento es cuando nosotros comenzamos a decir: ‘la frontera sur seanorteñó’”.

Las sospechas se materializaron el pasado 1 de mayo, cuando un convoy cargado con más de 500 migrantes que transitaban a la altura de la congregación de “Las Barrancas”, en el municipio de Cosoleacaque, Veracruz, fue atacado por alrededor de 15 sujetos que portaban machetes y armas de grueso calibre. De manera extraoficial se informó que resultaron 21 personas lesionadas por heridas de armas punzocortantes, uno con impactos de armas de fuego, una persona presuntamente secuestrada y tres más que están extraviados.

Por su parte, el Movimiento Migrante Mesoamericano (MMM), organización en la que también milita Rubén Figueroa, alertó que el ataque se debió al mencionado cobro de cuotas. Y que ante la negativa de los transeúntes de pagar dicho dinero, éstos fueron arrojados del tren y lesionados arteramente.

Por su parte, el gobierno de Javier Duarte responsable de llevar a cabo las investigaciones, se limitó a manejar la hipótesis de que la agresión se trató de una “riña” entre los mismos viajeros. Hasta la fecha las investigaciones se dirigen en ese curso.

No obstante y pese al aseguramiento de tratarse de un caso aislado, una vez más la ruta se tiñó de sangre el pasado 31 de mayo, cuando dos mujeres de origen hondureño fueron asesinadas a la altura de Playas de Catazajá-Crucero Shupá, en el municipio de Palenque Chiapas. Ambas, como lo documenta el periódico La Prensa de aquel país centroamericano, fueron arrojadas del tren y luego últimas a tiros luego de negarse a pagar cien dólares cada una por seguir su trayecto.

“Yo le decía a ella que no se fuera porque tenía a su hija tiernita, pero ella insistió en irse y me decía ‘mamá, yo me voy a ir para el otro lado para que deje de moler y hacer tortillas’, pero el destino de ellas era ese y allí no hay nada qué hacer”, declaró la madre de las jóvenes de 27 y 18 años, luego de que reporteros del citado rotativo asistieron al funeral en su nativo Mazapa.

La Joya de la corona

“Hay que pelear, confrontar”, lo dice desafiante como si sus treinta y tantos años y cuerpo pudieran aguantar todo. Así a Rubén se les ha visto para subir al tren, investigar, entablar reuniones a lo largo del país, haciéndole de ministerio público para cuando se presenta la ocasión, acusando, caminando, golpeando, viajando, dando conferencias de derechos humanos para Amnistía Internacional.

‒ ¿Cuántos llevas en esto?

‒Ya ocho años, empecé luego de que yo mismo fui migrante durante cinco años.

‒ ¿Y cómo fue que llegaste a Tenosique?

‒Los compañeros del Movimiento Migrante Mesoamericano (MMM), organización con la cual yo colaboro, nos comisionaron para ir a Tenosique. Habían razones suficientes para entablar relaciones con Fray Tomás y para darle todo nuestro apoyo, compartir el trabajo que tenemos y la experiencia en otros lados, con otras organizaciones. Nosotros lo habíamos hecho luego de estar en Ixtepec Oaxaca, de hacer algunos trabajos de investigación, de denuncia. De hacer un trabajo también de acompañamiento en el albergue que dirige el padre Alejandro Solalinde.

Comenzó un trabajo de acompañamiento por tiempo completo. Vivió intermitentemente en La 72 y salió exclusivamente en ocasiones que lo ameritaron. Pese a todo se convirtió en la mano derecha de Fray Tomás. En sus propias palabras: “empezó esa lucha cuerpo a cuerpo contra los grupos de la delincuencia organizada, el gobierno mexicano y el Instituto Nacional de Migración (INI)”, los peores obstáculos de la migración centroamericana en México.

Por ese trabajo, tanto a él como a Fray Tomás, los grupos de la delincuencia que pretenden controlar todo el flujo migratorio en la zona del Golfo, los han comenzado a ver no como adherentes que encabezan organizaciones de defensa de los derechos humanos, sino como competencias en el mercado:

“Por un tiempo –sobre todo después de hacerse públicas las denuncias– se retiran de la zona y dicen ellos que, el lugar donde ellos pelearan la plaza es en Tenosique, porque ahí es donde ‘está la joya de la corona’, donde inicia la ruta migratoria del Golfo. Ellos decían que no podían tomar el total control puesto que estaba La 72 y ésta significaba una piedra en el zapato.

“Por eso es que inician las amenazas muy fuertes de decir que ‘van a entrar en el albergue’ y que van a matar a todos”.

Los planes a futuro

Visto en retrospectiva, la huida de Rubén aparece como una locura. Se dice incrédulo, pues a pesar de las recomendaciones interpuestas por la CIDH al gobierno mexicano las cosas sigan igual. Mientras anda de aquí para allá con un rumbo que no reconoce, sostiene por momentos le gustaría irse para los Estados Unidos. –Sólo mientras las cosas se calman un poco. – En otros se contradice. Se queja además que por el estrés, varias dolencias en el cuerpo comienzan a aparecerse. Parece no haber un plan concreto.

‒ ¿Cuáles son los planes a futuro?

‒Mira yo en algún momento, no sé… tenía pensado salir del país; irme por un tiempo. Vuelvo a repetirte: el peligro es inminente, es gente ligada a los Zetas que tienen mucho control en territorio mexicano. Por el momento vamos a aguantar, ver qué hacemos. Mi trabajo que desempeñaba es en la ruta migratoria… pero no hay condiciones para hacerlo, no hay garantías. Y no queremos ser mártires. Porque acá en esta lucha no se necesitan mártires, se necesitan manos para seguir defendiendo a los migrantes.

Es ya un fantasma que vaga lejos de su vida alrededor de las vías.