“Alegrate Chinameca”, promovía Martín Padua Zúñiga con los dedos en forma de V. La gente confió en él y llegó a ser el alcalde de la ciudad. Ahora, nadie le cree que fue secuestrado por una banda de narcos y así, forzado, participó de un tiroteo cabeza a cabeza junto a uno de los jefes de Los Zetas en un bar asediado por el ejército.

La saga comenzó el martes a la noche, cuando el ejército mexicano paró una camioneta en la localidad de Minatitlán. El vehículo frenó y desde adentro dispararon contra los soldados. Luego de escapar, los agresores se refugiaron en el bar La Antigua. Desde allí, continuaron con el tiroteo.

Por la madrugada, los militares controlaron la situación y entraron al bar para detener a sus ocupantes. Allí se encontraron con una sorpresa: entre los pistoleros estaba el alcalde de Chinameca y presidente municipal de Veracruz por el PAN, Martín Padua Zúniga.

Junto a él había cinco personas. Uno de ellos era el jefe de sicarios de Los Zetas, José Carmen Fragoso Martínez -apodado El Comandante Reyes o El Conchas -, hombre fuerte de la zona sur del estado.

A los detenidos se le decomisaron cuatro armas largas y tres cortas, tres granadas de mano, 23 cargadores con 473 cartuchos de distintos calibres y seis vehículos.

Este caso provocó un revuelo en el interior del PAN, un partido que basa sus campañas políticas y su reputación en la lucha contra la corrupción. Josefina Vázquez Mota, actual candidata presidencial para las elecciones del 1 de julio, tiene como premisa de campaña fomentar la cultura de la legalidad.

El presidente del PAN, Gustavo Madero Muñoz aclaró que Padua Zúniga no pertenece al partido. Además, el Secretario de Acción de Gobierno, René Messeguer, dijo que “no meterán las manos en el fuego por nadie” y aseguró que el alcalde  no es miembro activo, ni adherente, sólo es un simpatizante. “No solaparemos la situación. Seremos los primeros en exigir a las autoridades que apliquen todo el peso de la ley”, agregó.

La bancada del PRI en el Congreso de Veracruz, anunció que solicitarán la revocación inmediata del mandato de Padua.

No es la primera vez que un alcalde panista es detenido en este tipo de circunstancias. En marzo del año pasado, el presidente municipal de Las Minas, Mauricio Herrera Fernández, fue arrestado en posesión de drogas y armas.

Síntesis de Proceso, Excelsior, y El Universal