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La frontera de México con Estados Unidos es el territorio por el que transitan las drogas y las armas que alimentan la guerra contra el narcotráfico. Luego de sufrir dos asesinatos en sus filas, todos los policías del pueblo de Ascensión, ubicado en Chihuahua dimitieron ante la creciente violencia.

Un pequeño pueblo del norte de México, Ascensión, se quedó sin policías con la renuncia de los 26 elementos que vigilaban la localidad, luego de que dos de sus compañeros fueron asesinados y una oficial herida, informó la alcaldía del poblado.

“Después del ataque armado, los elementos me anunciaron la renuncia. Ellos expresaron su decisión de separarse de sus actividades por miedo”, indicó Jaime Domínguez Loya, presidente municipal de Ascensión, ubicado en el estado de Chihuahua, a 150 km de Ciudad Juárez y en la frontera con Estados Unidos.

El funcionario explicó que en las últimas semanas los oficiales habían sufrido varias agresiones, con un saldo de dos policías muertos y una mujer policía herida.

Domínguez pidió apoyo a las autoridades estatales y federales. En tanto, militares realizan patrullajes en esta población de unos 5.000 habitantes dedicada principalmente a la agricultura. Ascensión es también parte de la ruta de los cárteles para el trasiego de droga hacia Estados Unidos.

Villa Ahumada, otro pueblo de Chihuahua, también se quedó sin policías en 2009, cuando todos los efectivos abandonaron sus cargos por miedo a los integrantes del crimen organizado.

DESIGNAN NUEVOS DELEGADOS, LUEGO DE RENUNCIA MASIVA

La fiscalía de México designó a los titulares de sus oficinas en 21 de los 32 estados del país tras la renuncia -en julio- de los representantes en esas entidades, informó la dependencia en un comunicado.

Entre los delegados nombrados por la fiscalía, figuran los de los estados de Coahuila, Durango, Michoacán Sinaloa, Sonora y Veracruz, de los más afectados por la violencia generada por el narcotráfico, con un saldo de más de 41.000 muertos desde diciembre de 2006, según cifras oficiales y conteos de prensa.

La renuncia de los 21 delegados está enmarcada en un proceso de depuración que inició la fiscal Marisela Morales desde que asumió el cargo a comienzos de abril.

“Desde la segunda quincena de junio se evaluaron a todos los delegados estatales del país. Conforme se obtuvieron resultados de esos exámenes, se generó el proceso de reclutamiento, selección de personal y programación de evaluaciones para cubrir relevos y como consecuencia de ese proceso se dio la dimisión”, señaló la dependencia.

Sobre los funcionarios que dimitieron la fiscalía anunció en el comunicado que “10 de los 21 ex delegados que salieron de la institución el 29 de julio, son sujetos a procedimientos judiciales por responsabilidad administrativa”, pero no mencionó nada de los otros 11.

“La depuración es fundamental para dar a la ciudadanía los resultados que, legítimamente, exige”, concluyó el texto.