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Por Manuel Iglesias.-

Soy Manuel, el hermano de Laura Iglesias, golpeada, violada y asesinada en Miramar el 29 de mayo de 2013. Ella trabajaba en el Patronato de Liberados Bonaerenses. Laura tenía la firme convicción de que si no se intentaba reinsertar nuevamente a la sociedad a quienes habían cometido un delito, muy probablemente reincidieran. De allí su compromiso como Trabajadora Social.

No fue la única mujer asesinada en Miramar. Fue muy difundido el caso de Natalia Melmann, torturada, violada y asesinada por al menos 5 personas: mediante el hisopado, se encontraron en su cuerpo 5 ADN. El hecho ocurrió en febrero del 2001 y por ese caso fueron condenados a perpetua 3 policías. No sé como hace la justicia para concederles salidas transitorias a esos chacales. Ya habían obtenido salidas transitorias cuando pasó lo de mi hermana y como salió a la luz se las habían revocado. Esos policías saben quienes son los otros 2 partícipes que consumaron aquel hecho, pero siguen cometiendo el delito de encubrimiento. Es un delito que se mantiene hasta tanto declaren de quienes se trata.
También fue asesinado un niño a plena luz del día, Gastón Bustamante, y hasta el día de hoy no se sabe quien/es fue/ron su/s asesino/s. La impunidad ganó en el caso de Gastón.

Hubo otros casos extraños que no se llegaron a esclarecer totalmente como el de Argentina Fernández o el de Emiliano Isaía, en el que estuvo buscado por prófugo Emiliano Echenique, hijo de Oscar Echenique. Uno de los 3 policías del caso Natalia.
Otro dato curioso resultó el caso de Katherine Moscoso, asesinada en Monte Hermoso, que todavía está impune. El secretario de seguridad de esa localidad, era Ricardo Triches, un excomisario, exonerado por encubrir a los policías involucrados en el caso de Natalia.
También en Miramar fue torturado por la policía Lautaro Blengio en el vivero en donde se había encontrado el cuerpo de Natalia.

Ahora ocurre el caso de estos 5 violadores y nuevamente un comisario, titular policía local, interfiere en la investigación.

Espero que la fiscal Florencia Salas aparte a la bonaerense de la investigación y ordene a otra fuerza que la realice. No es para nada confiable la policía de allí.

En los comienzos de la causa, como hermano de Laura, había pedido la separación de la policía Bonaerense de la investigación. La fiscal de entonces, Ana María Caro no le dio la orden a ninguna otra fuerza para que se hiciera cargo de la misma, ¿Será que presuponía que podían arribar a otros implicados?. Yo sigo sospechando de la intervención policial, de hecho hubo una modificación de la escena del crimen y muchísimas cosas que no se investigaron, se investigaron a medias o se investigaron mal. La causa en sí está plagada de irregularidades.

A Miramar se la conocía como “La ciudad de los niños”. Hoy en día yo la llamaría la ciudad del horror. Claro que ese horror no está expuesto a la luz y los lobos andan sueltos.