Relanzamiento de Cosecha Roja
Facundo Desimone – Cosecha Roja.-

La diputada Juliana Di Tullio no dudó cuando lanzó esta pregunta retórica: “¿acá estamos todos de acuerdo en que el linchamiento es un delito?”. El público estaba atento, no volaba una mosca. Al lado de Cristian Alarcón, periodista y moderador de la charla, una pantalla alternaba retratos de Gabriel García Márquez y la página de inicio de Cosecha Roja. La mesa debate que los tuvo como protagonistas, junto a otros seis panelistas, celebraba el relanzamiento de la red de periodistas judiciales de América Latina.
Las mexicanas Marcela Turati y Cecilia González, el editor de policiales del diario Los Andes Rolando López, el gerente de noticias del Canal 7 Carlos Figueroa, la directora de Radio Nacional Salta Elena Corvalán y el cronista de policiales Rodolfo Palacios también estaban sentados en la sala A de Tecnópolis para la charla debate “Narcos, linchadores y policías” del Encuentro Federal de la Palabra que terminó ayer.
“Cosecha Roja es una herramienta política para la resistencia cultural, un sitio de producción literaria e ideológica que hace un esfuerzo por humanizar lo que los medios de este país deshumanizan”, continuó Di Tullio refiriéndose al rol de los medios en la desarticulación de los discursos mediáticos sobre los sujetos sociales que ocuparon la agenda mediática de las últimas semanas. “Ese esfuerzo que hace Cosecha Roja hay que aplaudirlo”.
Elena Corvalán destacó el trabajo de la Red de Periodistas Judiciales: “Disfrutamos mucho con lo que escribe y se puede leer en Cosecha Roja”, y después se quejó por el tratamiento que dan muchos medios al tema de los linchamientos. Con ella coincidió Rodolfo Palacios: destacó la labor de Cosecha y criticó las generalizaciones sobre la justicia por mano propia: “No creo que haya miles de linchadores pero con que haya diez es terrible. Todo lo que pasa ya existió antes. Pero que sucedan ahora los linchamientos es alarmante”, dijo.
Se habló también de narcotráfico aprovechando la presencia de las expertas en el tema. “Nos volvimos corresponsales de guerra en nuestra propia tierra”, se lamentó Turati. Junto con sus colegas mexicanos de la agrupación Periodistas de a Pie decidieron focalizarse en las víctimas en vez de en los victimarios para tratar de desarmar el discurso oficial de “se matan entre ellos”. Sus historias narran cómo se vive en una ciudad atravesada por los carteles, cuáles son “las lógicas, los mecanismos de esa violencia”, y cómo se desarma ese “contador macabro” de muertes para mostrar cómo se “desgarra la vida de una comunidad”.

CR público
Corvalán reflexionó sobre el fenómeno a nivel local y destacó que, si bien no se puede comparar con México, se observa en su provincia un “crecimiento del microtráfico” y del índice de suicidios por el aumento de “consumo de la pasta base y el alcohol”. En ese momento Cristian Alarcón conectó con la realidad mendocina y preguntó a Rolando López por el caso de Jaqueline Vargas, más conocida como “la Yaqui”. “A ella le dieron tanta importancia por lo singular: es mujer, parece que su marido controlaba todo desde la cárcel y hay que consumir noticias”, habló punzante López. “Por cada verdad hay cuatro mentiras”, dijo y Alarcón le preguntó dando en el blanco de lo que seguramente varios se preguntaban entre el público: “¿La Yaqui’ es una ficción?”. “No es una ficción, pero no es verdad todo lo que se dice”, terminó López.
Ante esa respuesta, Alarcón consultó la opinión de la periodista mexicana Cecilia González, corresponsal en Argentina y autora del libro Narcosur. “Cuando me preguntan cómo se aborda el tema narco desde acá siempre contesto: ‘con prejuicios, amarillismo e ignorancia’”. González agregó luego que otras de las preguntas frecuentes que le hacían eran si se estaba mexicanizando nuestro país, y si ella tenía miedo de salir a las calles, de respuesta invariablemente negativas. “Es lamentable cómo se manejan los medios”, concluyó, y bajó la mirada.
“Mi único miedo es que independiente siga bajando”, bromeó Rodolfo “el bomba” Palacios, cronista de policiales y autor del libro El Ángel Negro. “Todo lo que vemos ahora ya está escrito, ya pasó”, aseguró en referencia a viejas crónicas y noticias de las décadas de 1930 y 1940 sobre el tema de los linchamientos. Pero aclaró que antes había un mayor respeto por la profesión, que no había “amplificación” de los casos ni “periodistas-jadeo”.
La reflexión continuó su camino por “la falta de generación de un punto de debate” en la sociedad con respecto a estas cuestiones, y el cronista llegó a indignarse sin poder entender cómo es que la gente, a la vez que avala los linchamientos, puede felicitar por la calle a asesinos como Barreda.

Relanzamos Cosecha Roja
“Todos los días nos corren un poco más la pared”, complementó Carlos Figueroa, gerente de noticias de Canal 7, refiriéndose a los discursos mediáticos del miedo construidos por la derecha. Para él hay una “crisis de conocimiento” judicial en la sociedad y si los medios educaran e informaran correctamente sobre estos temas, tal vez se podría pensar en una posible solución al conflicto.
Claro que, según Figueroa, habría que reflexionar también sobre los “niveles de tolerancia de la sociedad” con asuntos como, por ejemplo, la prisión preventiva. “Aca no se trata ya ni siquiera de `vida por vida´, sino de `vida por billetera, por sospecha, por cara, por vestimenta´”, profundizó.
“Yo sé que son temas calientes, pero no daba para prender el aire”, se rio Alarcon, y la tensión de la sala se descomprimió un poco. Pero no por eso se dejó de hablar del discurso mediático que, según el moderador del debate, “se construye siempre detrás de un candidato”, y de lo “reaccionaria” que resulta una sociedad que pide justicia por mano propia y que está respaldada sobre la “creencia en la voluntad de cambiar la vida del otro”.
Corvalán ilustró con el caso de Resistencia, Chaco, en donde el mayor temor de los ciudadanos es “vivir un secuestro express” y en donde, según las estadísticas, jamás hubo ningún crimen de éste tipo.

Fotos: Pablo Dondero