Cosecha Roja.-

A Matías Casas, de 19 años, lo mataron por la espalda. Según los testigos, el autor de los disparos fue un suboficial de la Comisaría Primera de Investigaciones de Neuquén, el policía Héctor David Méndez. “Se paró a medio metro, lo único que atinó a decirle fue ‘¿Sos Matías?’, sacó la pistola y comenzó a disparar. Matías no estaba armado ni pudo defenderse”, dijo un testigo. El uniformado atacó Casas porque supuestamente el joven amenazó a su hijo.

Méndez llegó al lugar cubriendo su cara con un gorro y un pulóver, pero el testigo lo reconoció. Después de disparar, el uniformado se subió a una Ford Ranger blanca que persiguió a Matías hasta que cayó malherido de su motocicleta. El policía, su hijo y un hombre de apellido Barrionuevo descendieron del vehículo y golpearon al joven. El tío de Matías, Julio Casas, aseguró que hay tres testigos que pueden probar que Méndez atacó a su sobrino mientras estaba tirado en el piso.

El 22 de julio, el oficial se presentó en el Juzgado de Instrucción N° 4, a cargo de Cristian Piana, y entregó su arma reglamentaria. Méndez no quiso declarar. “A mi hijo no me lo devuelve nadie, pero al menos que se haga justicia, nadie puede matar a un ser humano como si fuera una mosca”, dijo Liliana del Carmen Silva, la madre de Matías. Mientras avanzan las investigaciones, el policía continuará detenido en la cárcel provincial.