Cosecha Roja.-

El cuerpo del chico de 12 años desaparecido el sábado en San Juan fue encontrado anoche dentro de una heladera. El fiscal confirmó a Cosecha Roja que se investiga un homicidio pero que no se descarta la hipótesis de una muerte accidental. La madre y su novio están detenidos.

Ariel Fernando Tapia tenía 12 años y vivía junto a cuatro hermanos, la madre y el novio de ella en el barrio Villa Angelita, en la capital sanjuanina. El padre murió hace dos años en un accidente de tránsito y su madre, de 37 años, empezó a salir con un joven de 22.

El sábado, cerca de las 19:30, Ariel fue a buscar a un amigo que vivía a unas casas de distancia. Atendió el padre y le dijo que el chico no estaba. A las cinco de la mañana, la madre hizo la denuncia por la desaparición de su hijo en la comisaría 29ª.

Durante cinco días, la policía hizo rastrillajes sin tener noticias del chico. Ayer, alrededor  de las 19.30, revisando una bodega, los uniformados sintieron un olor nauseabundo. Otra versión indica que hubo un llamado anónimo que alertó al comisario.

A lado de un taller metalúrgico que funciona como desarmadero, en un descampado que da a la calle, había una heladera vieja acostada. Al abrirla, los policías encontraron el cadáver de Ariel en un avanzado estado de descomposición. El chico estaba en posición fetal, vestido únicamente con un calzoncillo. Dentro de la heladera encontraron el pantalón, las medias y las zapatillas.

En el barrio, la noticia del hallazgo del cadáver niño se esparció al instante. Los familiares del chico y un grupo de vecinos se acercaron al lugar. Cuando se confirmó que el cuerpo era de Ariel, la madre y la abuela se desmayaron. Un grupo de chicos atacó a piedrazos a la policía. Al rato, la protesta se trasladó hasta la comisaría 29ª. Unas cincuenta personas, que consideraban que la policía no había realizado una búsqueda eficaz, quemaron cubiertas y apedrearon la seccional.

Según explicó a Cosecha Roja el fiscal de la causa, Daniel Guillén Alonso, no se comprobó que el cuerpo tuviera signos de violencia. El juez, aseguró,  maneja varias hipótesis. Por un lado se cree que podría tratarse de un homicidio. Otra de las hipótesis, contó el fiscal, es que el chico haya muerto asfixiado dentro de la heladera. “Podría tratarse de una travesura”, explicó Guillén Alonso.

El juez ordenó la detención de la madre del chico y de su concubino. La causa todavía mantiene el secreto de sumario y se desconocen las pruebas que hay en su contra. Aparentemente, el magistrado habría tenido en cuenta las contradicciones en las declaraciones de la pareja ante la policía. También se sospecha de un hermano de Ariel mayor de 18 años, a quien ya se le tomó declaración.

La autopsia, que se hará mañana, definirá si se trató de un homicidio o si fue una muerte accidental.