No nos cuidamos nosotras, nos tiene que cuidar el Estado

La politóloga Noelia Figueroa habla sobre el dolor que nos produce el femicidio de Úrsula Bahillo. La herida que abre interpela una vez más a todos los niveles del Estado y muestra cada falla de un sistema que nunca es todo lo integral que necesitamos.

No nos cuidamos nosotras, nos tiene que cuidar el Estado

10/02/2021

*Por Noelia Figueroa

Foto gentileza Gonzalo Davio/La Palabra Rojas

Es muy difícil hablar cuando hay tanto para decir. Úrsula nos duele, nos vuelve a lastimar la herida, nos recuerda cada violencia vivida pero también cada error, cada falta de recursos, cada complicidad, cada falla en un sistema que nunca es todo lo integral que necesitamos que sea.

¿Se pueden prevenir y evitar todos los femicidios? No. No lo logran ni los países con mejores tecnologías y mayor presupuesto

¿Se puede hacer muchísimo más para prevenirlos y evitarlos, disminuir las tasas, reducir la reincidencia de los agresores? Si, y estamos muy lejos de eso.

Muchas veces pareciera que la sociedad entera lo recuerda sólo frente a un caso brutal, frente a la ineptitud manifiesta, cuando se llega, otra vez, muy tarde.

Pero para poder tener políticas integrales frente a la violencia de género se necesitan muchas cosas: acuerdos políticos entre niveles del Estado, entre los Poderes, muchísimos recursos humanos formados y comprometidos, sistemas unificados de registro que a la vez no violen confidencialidad, políticas de acompañamiento sostenidas y en red, dispositivos psicosocioeducativos para agresores.

Se necesita Educación Sexual Integral.

Se necesitan policías formadas, entrenadas, con acceso a esos sistemas. Con algo tan básico como computadoras, por ejemplo.

Se necesita Ley Micaela. Después del femicidio de Mica se hizo evidente la responsabilidad de les trabajadores estatales y, sobre todo, de quienes están en seguridad para intervenir adecuadamente. Es lo que siempre dice Yuyo, el papá de Mica: el desafío está en implementar esas capacitaciones de forma permanente y con sistemas de auditoría y control regulares.

Entonces, ¿qué es lo que más se necesita para que todo eso exista? PRESUPUESTO, inversiones, un Estado muy presente.

No nos cuidamos nosotras. Nos tiene que cuidar ese Estado y para eso se necesita un compromiso social, pagar los impuestos, dejar de evadir fiscalmente, apoyar las políticas públicas que avanzan en ese sentido, respaldar los pasos que se dan, sabiendo que el horizonte sigue estando lejano pero que cada paso que se da debe ser definitivo.

Y sobre todo, necesitamos organizarnos para ser parte de esas redes que de manera cotidiana y sin brillos, de forma invisible y muchas veces sin reconocimiento, trabajan en cada dispositivo, institución, merendero, escuela, club, para garantizar acceso a derechos, enfrentando la violencia de género, acompañando cuando se hace difícil, orientando y, sobre todo, luchando para que podamos vivir libres alguna vez.

*Noelia Figuera es politóloga, feminista y doctora en Ciencias Sociales. Se especializa en la implementación de políticas de género.