“Si están violando a mi mamá, voy a actuar”, dijo para asimilar los casos. Reconstrucción de la reunión del Jefe de Gabinete del ministerio de Seguridad de la Nación con la Justicia y las fuerzas de seguridad, en Bariloche. Un día antes de la desaparición de Santiago Maldonado alentó con la acción represiva por hechos en flagrancia, e insistió con la preocupación por las acciones del RAM. Trató a Otranto de “juececito” y cuestionó los “últimos diez años de descontrol” en el país. Escribe Santiago Rey – enestosdias.com.ar.-

Fanatizado y torpe. Así lo describen a Pablo Noceti algunos de los partícipes de las reuniones que mantuvo en Bariloche, un día antes de la represión en Cushamen, que terminó con la desaparición de Santiago Maldonado.

El fanatismo se trasunta en su obsesión por ver en el grupo Resistencia Ancestral Mapuche (RAM) a un peligroso enemigo del Estado y la democracia; y por comparar la protesta social con una violación. La torpeza, en tanto, en dejar tantos testigos sobre su decisión de ordenar la actuación de las fuerzas de seguridad ante delitos en “flagrancia”, justamente el día anterior a que la Gendarmería reprimiera a la comunidad mapuche en el noroeste de Chubut.

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Como una burla de la historia, las dos reuniones que encabezó Noceti se realizaron en el hotel Cacique Inakayal, cuyo nombre recuerda a uno de los lonkos más combativos y resistentes a la denominada Conquista del Desierto. A las 8 y 10 horas del lunes 31 de julio, el Jefe de Gabinete del ministerio de Seguridad de la Nación recibió a la Procuradora General de la Provincia de Río Negro, Silvia Baquero Lazcano, al Fiscal General, Marcelo Álvarez, a los Fiscales Martín Lozada y Eduardo Fernández, y al ministro de Seguridad de la Provincia, Gastón Pérez Estevan.

Cuarenta minutos después se reunió con jefes e integrantes de fuerzas de seguridad, entre los que, principalmente, había gendarmes. Las fuentes consultadas por En estos días no pudieron o no quisieron confirmar si el Jefe de la Policía provincial, Daniel Jara, participó de alguno de los encuentros.

A poco de empezar la primera reunión, Noceti sorprendió con una comparación inesperada: “Si están violando a mi mamá, yo voy a actuar para que cese el delito”, dijo, para justificar el accionar de la Justicia y las fuerzas de seguridad ante la protesta social, y los posibles casos de delito en flagrancia.

Un silencio con aire de reproche siguió a esa frase. El funcionario nacional justificó la desagradable metáfora en que la acción del Estado debe impedir delitos como los cortes de ruta, o la recuperación territorial por parte de pueblos originarios.

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No fue el único exhabrupto de Noceti durante el encuentro. Dos paríìcipes de las reunones consultados por En estos días coincidieron en que el Jefe de Gabinete del ministerio de Seguridad “se la tenía jurada a (Guido) Otranto”. Lo trató de “juececito”. El funcionario -al igual que otros integrantes del Gobierno nacional- no le perdonan al primer Juez de la causa por la desaparición de Santiago Maldonado, que en septiembre de 2016 haya declarado la “nulidad” del juicio por extradición de Facundo Jones Huala. Desde entonces, Otrando está en la mira del poder político nacional y provincial -el Gobernador Mario Das Neves le inició un juicio político por esa causa-. Para los abogados de la familia de Maldonado, el accionar parcial del magistrado está explicado por esa presión.

Durante la reunión con los integrantes de la Procuración y el titular de Seguridad provincial, Noceti buscó consenso en relación con la actuación ante el delito en flagrancia. Pero debió escuchar dos objeciones: las del Fiscal Lozada y la de Pérez Estevan, que no dejaron pasar la exigencia de violentar el derecho constitucional a la protesta.

Sin embargo, la tónica del encuentro fue la de un exaltado Noceti, preguntando una y otra vez por las causas judiciales vinculadas con el RAM, y bajando línea sobre las acciones preventivas y represivas en torno a ese grupo.

La mano derecha de la ministra Patricia Bullrich se encargó de explicar el marco de la nueva política nacional en relación al conflicto social: cargó contra “los últimos diez años”, a los que calificó como “un descontrol”.

Al terminar la primera reunión, Noceti recibió a los jefes de las fuerzas de seguridad, y más tarde marchó hacia el sur, donde un día después, en medio de la represión de Gendarmería, desapareció Santiago Maldonado.