Nunca la atendieron y terminó pariendo en el inodoro del hospital

Una mujer embarazada de gemelos en la localidad de las Heras, al norte de Santa Cruz, fue cuatro veces al hospital público con contracciones y sangrado. “Un Sertal y a la casa, mamita. Ya se te va a pasar”, le decían . Mientras esperaba una vez más que la atienda un doctor, sintió ganas de ir al baño y terminó pariendo en el inodoro. Una hora más tarde los bebés estaban muertos.   

Nunca la atendieron y terminó pariendo en el inodoro del hospital

Por Sara Delgado
07/08/2020

“¿Qué? ¿Siguió con los dolores nomás?”, le dijo el médico de Guardia mientras terminaba de parir a su primer gemelo en un inodoro.

El lunes 3 de agosto Caroline fue cuatro veces a la guardia del único hospital de Las Heras, una localidad del norte de Santa Cruz. Al mediodía tuvo un sangrado y se asustó, porque llevaba un embarazo de veintiséis semanas y había empezado con contracciones. A las doce del mediodía, a las cinco de la tarde, a las nueve de la noche y a la medianoche, la respuesta fue la misma: “Un Sertal y a la casa, mamita. Ya se te va a pasar”.

Caroline y Miguel, su pareja, volvieron a la mañana del martes, para un turno por consultorio. Minutos antes de las ocho de la mañana sintió ganas de ir al baño y parió a los bebés. El segundo venía de cola, y una hora más tarde, Mateo y Santino estaban muertos. 

El caso salió a la luz porque Miguel hizo un posteo en redes. “Es inexplicable todo lo que sufrimos en este hospital de mierda, porque desgraciadamente el hospital de Las Heras es una mierda!!! Vinimos más de cinco veces a la guardia para que por favor la pudieran ver y nadie me hizo caso… para ellos era ‘una inyección y a la casa’, mientras lloraba de dolor. Nadie nos quiso ayudar. En el baño del hospital, tuvo el primer bebé mientras yo gritaba que alguien me ayude y nadie me hacía caso. Vinieron los enfermeros con su gran paciencia a querer hablarle tranquilos, cuando ella los estaba pariendo en un inodoro de un hospital público… el segundo bebé estaba de cola y ellos la hicieron parir lo mismo cuando tendrían que haberle hecho una cesárea. Se terminó desgarrando toda por culpa de estos animales…”, relató.

 

Después del parto inhumano, los bebés fueron retirados, lo que hizo suponer a Caroline y Miguel que iban a trasladarlos al hospital de Caleta Olivia, ubicada a poco más de un ahora, pero eso no pasó y una ginecóloga les confirmó que no sobrevivieron más de una hora.

En la foto del posteo de Miguel, él y su novia aparecen con los chiquitos a upa, vestidos, con gorrito y mantas. Es la única que tendrán juntos. 

El jueves por la mañana, el fiscal Ariel Candia recibió en su despacho a la pareja para que hicieran la denuncia. En paralelo, el Ministerio de Salud de Santa Cruz ordenó sumarios en el Hospital.

Tras el caso de Caroline y sus gemelos, el pueblo de Las Heras marchó hacia el hospital para pedir justicia.

Tras el caso de Caroline y sus gemelos, el pueblo de Las Heras marchó hacia el hospital para pedir justicia.

Violencia obstétrica

Lo que le pasó a Caroline se llama violencia obstétrica y es lo mismo que vivió Leila, cuatro años antes en Pico Truncado, la localidad vecina. Cosecha Roja contó su historia.

Fue el 26 de agosto de 2016. Eran las siete de la mañana cuando, junto a Adrián Poblete, su pareja, ingresó por la guardia porque tenía contracciones insoportables, agudas, de parto.

-Mamita, quédate ahí que ahora te van a atender, están los de limpieza ahora.

-Mamita ¿Qué parte no entendés de que estamos limpiando?

Leila sintió ganas de ir al baño, se sentó en el inodoro y expulsó a Luna Valentina Poblete, que murió dos días después en la Neo de Caleta Olivia. Su caso nunca prosperó.

“Lo de Las Heras es una prueba más del lugar que ocupamos las mujeres en la escena de los partos de nacimientos de nuestros hijos y de nuestras hijas, que es el no lugar”, dice Julieta Saulo, presidenta de Las Casildas, una organización que desde hace años denuncia la violencia obstétrica en Argentina. “El sistema médico dominante no para de borrarnos y acallar nuestras voces. Vamos a que nos acompañen y ellos nos controlan el embarazo y cuando nos tienen que asistir de forma integral, pasa esto, nos mandan con una pastillita a nuestra casa”.

Si bien en nuestro país existe una ley de parto respetado, que está a la vanguardia nivel mundial, por ahora solamente es una guía de buenas prácticas, porque no hay sanciones para quienes ejercen la violencia obstétrica.

Pero la marcha que se hizo el jueves mañana en este pueblo tranquilo de treinta mil habitantes y que terminó con una protesta afuera del Hospital sugiere que la bronca no se va a calmar con un par de sumarios.