yacuibaEl Tribuno. Salta.-

Fuentes ligadas a la pesquisa por el crimen de Marco Antonio Arana (27), quien residía en la localidad fronteriza de Salvador Mazza y fue acribillado a sangre fría con 18 tiros provenientes de una ametralladora Uzi, a manos de dos sujetos desconocidos en la ciudad boliviana de Yacuiba, informaron que “se trató de un ajuste de cuentas narco ya que aparentemente la víctima le debía dinero a otras personas. En principio pensamos que el crimen tenía relación con Acambuco, pero eso quedó descartado”.

La Fuerza de Lucha Contra el Crimen (FELCC) de Bolivia continúa investigando y las averiguaciones se realizan solo del otro lado de la frontera, en el suelo boliviano. Se centran principalmente en Yacuiba.

“El día del asesinato una persona llamó y había concurrido durante la mañana al domicilio de Arana, situado en el barrio 5 de Septiembre, para buscarlo. El se retiró a Yacuiba y luego lo mataron. El miércoles, el día antes del crimen, también lo habían ido a buscar unos sujetos pero él no estaba en su casa. El joven tenía planeado viajar el jueves pasado junto con su esposa, que estaba a punto de dar a luz, hacia la capital salteña para que a ella le practicaran una cesárea que ya estaba programada. Ese mismo día lo acribillaron”, explicaron las fuentes investigativas.

“Al pasar las horas y percatarse de que el joven no regresaba, sus familiares intentaron comunicarse con él y se fueron hacia Yacuiba para buscarlo. Supieron del crimen recién en horas de la tarde, luego de que personal de una morgue les informara que tenían un cadáver. El cuerpo fue identificado por los familiares y trasladado hacia Salvador Mazza a las 23”, indicaron.

La familia de la víctima aportó a la FELCC datos sobre los presuntos asesinos y pruebas contundentes.

“Gente relacionada al entorno de Arana sabe quiénes lo fueron a buscar, quiénes lo llevaron y a quién él le debía el dinero. Se sospecha que la víctima habría estado relacionada a una nueva banda pequeña, conformada por seis personas, quienes hacían trabajos relacionados al tráfico de drogas”, aseguraron.

Fuentes policiales informaron que el jueves pasado estaba previsto un allanamiento en la casa del fallecido por una causa ligada al robo de motocicletas. El procedimiento no se concretó y la causa se cerró. Hasta el cierre de esta edición no había detenidos por el brutal asesinato.

El sangriento episodio

El brutal homicidio ocurrió el jueves a las 9 del vecino país (10, hora argentina), sobre la calle Cornelio Ríos, a la vuelta del colegio Mariscal Sucre, en Yacuiba. Arana fue hasta ese sitio para encontrarse con alguien, es decir, había pactado la cita. Primeramente estuvo charlando un rato con un hombre joven. Los vecinos vieron que él llegó y se encontró con esta persona con la cual estuvo dialogando. Después se dio la vuelta y se dirigió hacia la esquina, hasta un puesto de refrescos, donde compró uno. En ese momento el hombre con el que había estado charlando anteriormente, le gritó, lo llamó. Arana volvió caminando en dirección hacia él y, de repente, llegó un motociclista en una moto todo terreno. Era otro joven. Comenzaron a discutir acaloradamente y en medio del conflicto se desató la balacera. Luego Arana cayó abatido al piso tras recibir 18 disparos.