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La incautación 69 kilos de cocaína mezclada con esencia de naranja tuvo lugar en el Aeropuerto Silvio Pettirossi. Los tres bidones que contenían cocaína líquida mezclada con “Esencia de Naranja AA”, tenían como destino Lisboa, Portugal.

La intercepción se produjo ante la sospecha de que en el interior de la encomienda habría alguna sustancia estupefaciente, luego de la reacción positiva de un can antidrogas.

La fiscal antidrogas Gilda Villalba Tottil y la Jueza Lici Sánchez intervinieron en la apertura de los bidones de los que se sustrajeron muestras que al ser analizadas en el Labortorio Forense de la Senad, dieron positivo a cocaína mezclada con la esencia de naranja, con un peso bruto de 69 kilos 425 gramos.

La extracción de la cocaína se realizará posteriormente en el Laboratorio Forense, que permitirá determinar la pureza y el peso exacto.

Ante la confirmación de la existencia de droga, los Agentes Especiales realizaron un procedimiento donde aprehendieron al supuesto responsable del envío, identificado como Mario Luis Karlos Blas González, paraguayo, de 28 años de edad, sobre la calle Rigoberto Caballero c/ Battilana.

El hombre fue quien realizó el depósito de la encomienda en una empresa de Courier de la capital.

Haciendo el seguimiento al caso y en base a la investigación, los antidrogas detuvieron sobre la calle Lomas Valentinas c/ Battilana a otra persona quien sería el soporte “logístico” de la estructura delictiva.

Se trata de Félix Tomás González Barrios, alias “Tomy”, de 49 años, quien presumiblemente realizó el contacto con el primer detenido, al que daba las instrucciones para el envío. González Barrios reside en la zona del Alto Paraná, pero llegó a Asunción para controlar el proceso de envío de la “mercancía”.

Según informaciones recabadas, las personas detenidas serían miembros de una red internacional de tráfico de estupefacientes cuyos principales exponentes son paraguayos residentes en España y nuestro país, con nexos directos en Colombia, desde donde era proveída la droga. Desde este último país también recibían la “asistencia técnica” para convertir la droga de sólido a líquido o viceversa.

Se calcula que el valor de lo incautado tendría un valor superior a los 3 millones de dólares en el mercado final de destino.