Cientos de efectivos de Gendarmería rodearon anoche la planta de Pepsico en Florida y hoy a las 8 am avanzó contra los trabajadores que exigen la reincorporación de 600 despedidos. La policía entró a la fábrica a fuerza de golpes y gases lacrimógenos. “Dejamos la vida en la fábrica y ahora dejamos la vida en la calle porque nos están reprimiendo”, dijo uno de los trabajadores que todavía resiste al desalojo.


 

Las personas detenidas durante la represión policial a Pepsico son al menos cinco y fueron trasladadas a San Fernando. La orden de desalojo, solicitada por el fiscal Gastón Larramendi de la Fiscalía Vicente López Oeste fue dictada por la jueza de Garantías Nº3 de San Isidro, Andrea Rodríguez Mentasty.

“La policía rompió todo, le rompió la cabeza a varios compañeros, nos tiraron gases, estábamos negociando para bajar pacíficamente cuando infantería reprimió. Además rompieron un caño maestro de gas con los riesgos que eso implica para la planta”, declaró Camilo Mones, miembro de la comisión interna, al portal Infonews.

“La policía actuó como tiene que actuar”, justificó el ministro de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo, y contó que la gobernadora María Eugenia Vidal monitoreó “todo el tiempo” el operativo de desalojo.

El conflicto comenzó el martes 20 de junio, cuando los trabajadores que debían ingresar a la planta se encontraron con un cartel en la puerta que comunicaba el cierre. PepsiCo anunció que mudará la producción de snacks a Mar del Plata y del total de trabajadores de la planta, 691 personas, reubicará a 155 e indemnizará al resto.

 

Las trabajadoras de Pepsico le escribieron una carta a la gobernadora María Eugenia Vidal:

“A la Señora Gobernadora María Eugenia Vidal:

No permita que se use la fuerza contra las mujeres trabajadoras

Nos dirigimos a usted debido a la difícil situación que estamos pasando y que seguro conoce. La empresa PepsiCo, que factura miles de millones de pesos en la Argentina y el mundo, nos dejó en la calle de un día para el otro. Muchas de nosotras somos sostén de hogar, madres solteras, esposas que llevamos parte de lo necesario para sostener a nuestras familias. Muchas trabajamos hace años en PepsiCo y muchas estamos enfermas. Los ritmos de producción y las tareas repetitivas nos causaron enfermedades laborales como la tendinitis que nos impide conseguir trabajo en otros lugares. La empresa nos ofrece una indemnización. Pero ¿que vamos a hacer cuando esto se acabe? ¿de que manera vamos a darle de comer a nuestros hijos?

Por eso emprendimos una pelea de la que estamos muy orgullosas como mujeres y trabajadoras. Queremos y necesitamos nuestros puestos de trabajo. Pero una jueza y un fiscal en vez de procesar a los gerentes que cometieron el delito de lock out cerrando la fábrica ilegalmente, nos quiere mandar a la Policía Bonaerense para sacarnos de la fábrica donde estamos cuidando nuestros puestos de trabajo. Nosotras nos preguntamos, ¿realmente van a mandar a la Policía Bonaerense, la policía de la Provincia que usted conduce, a pegarnos a nosotras y a nuestros compañeros?

Le pedimos que no lo haga, que no permita que la Bonaerense, sobre la cual usted es responsable, nos golpee y nos desaloje violentamente. Esperamos, al revés, que haga lo que sea necesario para que no se pierdan estos puestos de trabajo, para que la empresa abandone la ilegalidad y nos reincorpore para poder volver a tener nuestro trabajo y los ingresos mínimos con los que sostenemos a nuestras familias. Porque cuando decimos NI UNA MENOS es contra los femicidios y también contra todo tipo de violencia hacia las mujeres.

Por todo esto iremos el jueves un grupo de compañeras a La Plata para poder reunirnos con ustedes y poder plantearle personalmente todo esto.

La saludamos atte, las trabajadoras de PepsiCo”