Joyce Guzmán  Pacheco. La República.

Asesino en serie. Su nombre es Tito Ochoa Valer. Convivió con una arequipeña en La Joya, luego la mató. A la familia de la víctima le hizo creer que vivían felices en el norte. La Policía confirmó que en Madre de Dios había ultimado a otras dos parejas

El “Tunche” es un personaje de leyenda. Un ser diabólico que asesina a sus víctimas cuando están perdidas en la agreste selva. Tito Ochoa Valer tiene 35 años. Nació en el Manu, en plena selva de Madre de Dios. Poseído de ese espíritu mitológico, enamoró a tres mujeres, vivió con ellas y luego las mató. Aparentemente para que la Policía no reconozca a las víctimas, les desfiguraba el rostro a machetazos.

Tras perpetrar sus crímenes en los últimos cinco años, este criminal se internó en el monte y se convirtió -como dice la leyenda-  en un alma maligna.

La Policía de Arequipa y Madre de Dios lo busca intensamente. Lo vieron por última vez en el caserío del Manu (Buenaventura). “Se metió al monte y no lo vimos más”, dicen los pobladores.

El jefe del Dpto. de Investigación Criminal de Arequipa (Depincri), comandante PNP Berly Alarcón, precisó que este individuo es un asesino en serie y muy peligroso. “Su modus operandi es enamorar a sus víctimas, luego las mata destrozándoles el rostro.  Tres fueron sus víctimas, una de Arequipa y dos de Madre de Dios. En los tres casos recibieron machetazos o lampazos”.

La punta de la madeja

El 29 de enero de 2011 fue una fecha clave. Ese día se encontró el cadáver de una joven mujer en una acequia de la irrigación San Isidro. Estaba semidesnuda. Como tenía el rostro desfigurado, la Policía no pudo identificarla. Los detectives dieron con su identidad gracias a sus huellas  digitales. Era Flor Magdalena  Cruz Hermoza (24),  quien fue asesinada tres días antes del hallazgo del cuerpo. La pareja vivía en La Joya.

Mentiras del asesino

Los policías de Homicidios buscaron a la familia de la mujer. Los ubicaron el 22 de abril de este año. Los padres y hermanos de Flor Magdalena estaban seguros de que ella estaba en el norte del país con su pareja, Tito Ochoa, “El Tunche del Manu”, y su menor hijo de 7 años de edad.

En una de las declaraciones policiales a las que tuvo acceso La República, la hermana de la víctima, Dariela Cruz Hermoza, señaló que el presunto homicida llamó a la casa de la familia de Flor, ubicada en  Santa Rita de Siguas. Lo hizo varias veces para decirles que estaba en Cajamarca.

La hermana Adriana Cruz señaló también que en marzo de 2011 recibieron una llamada telefónica de una mujer. Esta se hizo pasar como Flor. Les dijo que estaba bien. Su familia se creyó ese cuento.

“El Tunche” también envió tres correos electrónicos a Adriana Cruz, supuestamente remitidos por Flor. En uno de estos mensajes dice: “Estamos juntos, me encuentro bien, soy una mujer feliz al lado de él”.

Los peritos de Criminalística determinaron que la muerte de Flor fue debido a una “asfixia por sofocación y aspiración”, es decir se atragantó con su sangre. Esto les hizo presumir que el “Tunche” la golpeó al extremo de hacerle perder el conocimiento, luego la arrastró aún con vida, cogió una lampa y le destrozó el rostro, partiéndole parte del cráneo. Cuando la Policía le dice a la familia de Flor que ésta había muerto, todas las sospechas apuntan hacia él.

Sus otras dos víctimas

Con todas las evidencias recolectadas, el fiscal penal de la Primera Fiscalía, Eufracio Ticona, solicitó la prisión preventiva para Tito Ochoa Valer, acusado del delito contra la vida, el cuerpo y la salud (homicidio calificado). El magistrado pudo establecer, a través de la ficha Reniec, que el sospechoso era natural de Madre de Dios, provincia del Manu.

Al cruzar información con la fiscalía de esa localidad, se conoció que el “Tunche” tenía una orden de detención preliminar por el homicidio de una mujer, la cual fue victimada el año pasado, cuyo cuerpo fue hallado en el monte, cerca a la comunidad de Buenaventura, en el Manu, con el rostro desfigurado, entre abril o mayo. Pero eso no es todo, la fiscalía de Madre de Dios también comunicó que este sujeto tenía otra orden de captura emitida hace cuatro años atrás, por el homicidio de otra mujer, la cual también fue hallada desfigurada a machetazos.

El “Tunche” enterado que lo buscaban por estos asesinatos, escapó hacia la selva. Sus padres, quienes viven en una alejada comunidad, dicen no saber dónde está.