Cosecha Roja.-

En las puertas de la Institución Educativa República de Francia, en Arequipa, se reunieron los compañeros de Jefferson Achata, el niño de ocho años que fue asesinado por su madrastra. Los amigos de la víctima se unieron en una caravana para exigir justicia.

El menor desapareció el martes 10 de julio. Tres días después la profesora Verónica Palli Jara, de 24 años, confesó que mató a Jefferson porque sentía celos. Su familia nunca estuvo de acuerdo con la relación que tenía con Benoni Achata Huisa, el padre del niño. Le decían que buscara un hombre libre y sin compromisos.

Palli esperó a Jefferson a la salida de la escuela y lo secuestró. Les dijo a las profesoras que era la madrastra y que estaba autorizada para llevárselo. En la casa de su pareja, le dio un somnífero y lo estranguló con un cordel. Ese mismo día, llevó el cadáver hasta el río Chili.

La madre del niño, María del Carmen Huillca Vilca, denunció la desaparición de Jefferson. Durante tres días, familiares y amigos pegaron afiches en los postes y los colectivos. Verónica también se unió a la búsqueda. Pero no pudo sostener la mentira. El viernes 13 de julio, le dijo a Benoni Achata que había estrangulado a su hijo. Incluso, le propuso que cambiaran de identidad y se fugaran del país. Indignado, Achata la denunció. El cuerpo del menor apareció en la madrugada del 15 julio en la ribera del río.

En su declaración, Palli dijo que siempre pensó en hacerle daño a Jefferson y que no está arrepentida de lo que hizo. La fiscal que lleva el caso, María del Rosario Lozada Sotomayor, sospecha que otras personas participaron del crimen. Mientras se adelanta las pesquisas, Verónica Palli permanecerá recluida en el penal de mujeres de Socabaya.